Loreto Toloza paga en el Mundial femenino las consecuencias del lío que protagonizó en Chile junto a Cindy Nahuelcoy. La jueza, quien apeló a las 40 fechas de castigo que le aplicó el Tribunal de Disciplina producto del complot en que incurrió para perjudicar a Julio Bascuñán, integrante de la Comisión de Árbitros al que acusaron de mantener una relación con la también árbitra Leslie Vásquez y de favorecerla en las designaciones, fue marginada del evento planetario por la FIFA, en línea con la sanción que recibió en el país.
Toloza lo está pasando mal. En Oceanía está sola y aislada. Y, para peor, en Chile tiene escaso apoyo. Al margen de la sanción, que es pública y que intenta revertir en las instancias formales que establece el fútbol nacional, a través de la apelación que presentó este martes junto a Nahuelcoy, sus colegas están lejos de defenderla. Hasta la organización que los agrupa se desentiende de su suerte.
Más sola que nunca
Felipe González, el presidente del sindicato de árbitros, toma distancia del caso. “Como sindicato lamentamos lo ocurrido”, establece a El Deportivo, en principio, sin precisar si se refiere al castigo o a la situación desde una perspectiva más global. Lo hace desde Argentina, hasta donde llegó como parte del equipo arbitral que encabezó Piero Maza para el encuentro entre Argentinos Juniors y Fluminense, por los octavos de final de la Copa Libertadores. Las respuestas las envía a través de WhatsApp, por escrito.
La duda inicial queda inmediatamente despejada. “En la sentencia del Tribunal de Disciplina se da cuenta de cómo ocurrieron los hechos, el motivo que se tuvo y por supuesto que como gremio tenemos profunda tristeza de que dos árbitras hayan participado en algo así. Respecto a la cuantía de la sanción, el tribunal ha estimado la gravedad, el daño que se ha hecho a las personas involucradas y resolvió conforme a eso”, dice, validando el dictamen que adoptó la corte deportiva, una postura que llama la atención, por la naturaleza de la organización que dirige.
“Todos los árbitros competimos -como cualquier deportista- y buscamos el mejor rendimiento tanto en términos físicos como en las decisiones que tomamos en cada partido. Pero, por supuesto, la competencia debe circunscribirse al ámbito deportivo: incurrir en acciones que estén fuera de destacar por el propio rendimiento no es una vía legítima para alcanzar una meta deportiva, como ser convocadas a un Mundial”, complementa González.
Cuestión de la FIFA
El presidente de la entidad laboral no entra ni siquiera en la determinación que adoptó el organismo afincado en Zúrich. “Respecto de la marginación de la señora Toloza en el Mundial, no nos corresponde pronunciarnos sobre decisiones de FIFA, que pueden responder a motivos técnicos o disciplinarios. Por supuesto que en una cita planetaria será mejor que los encargados de impartir justicia en el terreno estén lejos de polémicas y es posible que aquello haya sido la causal”, estima.
Tampoco se muestra preocupado por su retorno. “Desconocemos de su fecha de regreso porque es decisión de FIFA el determinar cuándo vuelve cada árbitra”, establece.
“Al ser una institución autónoma, puede tomar las acciones que determine con las personas que designó para el Mundial”, insiste, respecto de los cursos de acción que tome la FIFA en relación a Toloza. “Las reglas del negocio la tienen súper claras las personas que acuden a una cita mundialista”, añade.
“En un momento determinado del torneo existe el primer corte de árbitros y las razones pueden ser multifactoriales. Luego continúan las personas que ella determina convenientes”, subraya respecto de las determinaciones, al menos desde el plano técnico.