Un nuevo campeón tiene el torneo de fin de año. El Masters de Londres, el último campeonato de la temporada y al que llegaron solo los mejores de 2018, tiene a Alexander Zverev como su nuevo monarca. Un sólido 6-4 y 6-3 a favor del alemán y sobre Novak Djokovic dejó en el olvido el primer partido que jugaron en este torneo. También igualó el historial entre ambos, con dos victorias cada uno.
El servicio del serbio dio inicio al primer set. La defensa del saque era férrea por parte de cada uno. Tanto, que la paridad llegó hasta ponerse 4-4. Ahí, sin embargo, se veía una muestra de las mayores virtudes de ambos. El potente alemán servía con una fuerza difícil de responder para Nole, que se veía sobrepasado por la virtud de Zverev.
El noveno juego fue el que cambió el curso del set. Ahí, con Djokovic sacando, el germano tuvo su primer punto de quiebre y lo aprovechó de inmediato. Zverev se ponía 5-4, por primera vez estaba en ventaja y contaba con su servicio para llevarse la manga. La intención era clara y el alemán la interpretaba a la perfección: no había que darle la posibilidad a Novak para que responda cómodo. Y así fue como el quinto del ranking ATP empezó la defensa del quiebre con tres aces seguidos para ponerse 40-0. Tras un descuento del serbio se consignó el 6-4 para el hermano menor de Mischa.
El ímpetu de haberse quedado con el primer parcial se vio reflejado en el inicio del segundo. Zverev quebró el primer juego, pero Djokovic no quería que el partido se le escapara e hizo lo mismo en el siguiente. Sin embargo, en el tercer game otra vez el germano se quedó con el servicio del serbio para ponerse 2-1 arriba, gracias a una pelota que Nole dejó en la red cuando el alemán contaba con un doble punto de quiebre. Todo parecía estar listo para Alexander, pues su juego demostraba más solidez que el de su rival y el número uno del mundo no lograba estar cómodo. Así, el teutón confirmó el quiebre para dejar 3-1 la manga.
Tras eso todo se dio en favor del alemán. Djokovic ganó su saque, lo mismo hizo Zverev (4-2). Otra vez fue Nole quien se quedó el servicio y en el siguiente el germano quien dejó 5-3 el set. Otra vez el serbio se presentaba al saque, pero en el game de mayor tensión del partido. Era todo para uno y nada para el otro. Y así, luego de quedarse con un doble punto de quiebre -y de partido- el teutón cerró su título con una potente respuesta que pasó a la derecha del número uno y se coló en la última esquina de la cancha.