Joaquín Niemann necesitaba un cuarto lugar en el BMW Championship para asegurar su clasificación, por primera vez, a la exclusiva final del PGA, el Tour Championship, que parte el viernes 4 de septiembre. Pero era un dato curioso nada más, la posición que le daba el cupo con seguridad, sin necesidad de saber qué hacía el resto. En la práctica con un top 15 bastaba. Al final, Joaco cerró el segundo torneo de los Playoffs del PGA Tour tercero, con dos bajo el par (72-71-68-67) uno de los mejores resultados de su carrera.
La pelea desde el inicio del día fue con Dustin Johnson, el número uno del mundo y del PGA Tour que venía un grupo más atrás. Después, la lucha fue con el español Jon Rahm, el dos del planeta. El par decidió en hoyos extra el título, que se fue a Europa. Es decir, el talagantino se metió en pelea de gigantes en las cercanías de Chicago.
El asunto es que los participantes del segundo torneo de los Playoffs del circuito no se acomodaron a Olympia Fields hasta el domingo, cuando por fin comenzaron a aparecer birdies en las tarjetas y los golpes castigadores empezaron a desaparecer. No para todos, pero sí para buena parte, entre ellos el chileno.
Niemann comenzó a acomodarse al campo desde el inicio, En la primera mitad alternó birdies con pares en un tranco inédito para este torneo esta semana (ver tarjeta). Tirazo en el segundo golpe del hoyo tres; donde anotó birdie; en el 4 el aprroach era bueno, pero el pasto antes del green se lo frenó. En la bandera siguiente Joaco metió un tremendo putt largo, de unos siete metros, esos que a nadie la cayeron toda la semana. En el 8, el más difícil de la cancha, Niemann atacó y tuvo birdie. En el 9 otro largo tiro, de 367 yardas, fue clave para cerrar con par.
Vino el mejor momento. Al mismo tiempo que Johnson comenzaba un pequeño bajón, con un bogey en el octavo green, Niemann anotaba par en el 9 y lo alcanzaba en el liderato. Poco más adelante, Joaco ya era el solitario líder del certamen y con el uno del mundo marcando otro bogey después.
Pero comenzaba otra amenaza, la del vasco Rahm, quien junto al japonés Hideki Matsuyama miraban a la punta. El español lo conseguiría, mientras la pelota del chileno no quiso caer en el hoyo 12. En el 14 el nacional tuvo suerte y no, al mismo tiempo. Un tiro cae en un divot (ese hoyo que dejan los jugadores al sacar pasto al pegar en el fairway y que no todos reparan) y desde ahí sale muy desviada, pero la detiene la silla de uno de los jueces. Tanto paseo antes de llegar al green lo aprovechó Rahm, que jugaba más adelante para quedar como exclusivo puntero.
La suerte, la buena, siguió con Niemann, cuando un tiro de salida pegó en los árboles con tan fortuna que la pelota volvió y quedó en medio del fairway. La mala volvió en el 17 cuando un gran putt dejó la pelota colgando. Era la última oportunidad con soñar con el título, pero se escurrió de las manos.
Niemann clasificó al Tour Championship y también aseguró mantenerse entre los cinco mejores jugadores del ranking que no tienen cupo seguro en el US Open, para lograr así, después del próximo torneo, jugar ese major.