San Luis perdió en la agonía con la Universidad de Chile. El cuadro canario podría haber salido del último lugar de la tabla, pero la derrota prácticamente lo condena a caer a Primera B. Un milagro lo salva, algo que se ha visto, eso sí, tantas veces en el fútbol.
Pasa que el cuadro quillotano quedó como colista con 23 unidades, dos menos que Temuco, cinco menos que Everton y seis menos que Palestino, con apenas seis unidades por disputar.
Así las cosas, San Luis necesita primeramente ganar los dos compromisos que le quedan (U. de Conce de visita y Everton de local) y que encima dos de los tres rivales por el descenso tengan un cierre de torneo paupérrimo: que Palestino pierda sus dos cotejos, misma situación que Everton. Y que Temuco pierda al menos uno de los dos que le quedan. Podrían haber otras combinaciones que hagan alcanzar a esos rivales en puntos, pero la diferencia de gol es lapidaria con los quillotanos.