En la previa del duelo entre el Bayern Múnich y la Lazio válido por los octavos de final de la UEFA Champions League, una facción de los hinchas italianos que llegaron a la ciudad bávara protagonizaron un polémico cántico en la cervecería Hofbräuhaus que generó el repudio en Europa y en el resto del mundo.

Se trata del habitual aliento a Benito Mussolini, dictador italiano que fue un conocido forofo del conjunto capitalino. Además, los hostiles turistas acompañaron el canto con un saludo romano, movimiento con el brazo extendido que el fascismo popularizó en la primera mitad del Siglo XX.

La elección de esta taverna tiene un importante componente histórico para los ultras itálicos. En Hofbräuhaus, Adolf Hitler dio los primeros discursos del partido Nazi a finales de los años 20 y emergió como un líder dentro de la sociedad germana. Por esta razón, los tifosi de la Lazio quisieron rendir los honores y proclamaron el tradicional “Duce, Duce, Duce” en el que se puede escuchar frases tales como “No nos importa la cárcel, los Camisas Negras triunfarán”.

Este controversial apología al nazismo está prohibida en Alemania, por lo que algunos aficionados italianos fueron detenidos por la policía en las afueras del local. La situación, que despertó la indignación de los teutones, escaló de vuelta hasta la ciudad de Roma. Alessandro Onorato, quien se desempeña como concejal del Capitolio de Italia, criticó el actuar de sus compatriotas en la visita a Múnich.

“Las imágenes de los aficionados que animan al Duce y saludan a los romanos son una vergüenza. Son barro para el equipo, para todos los aficionados. Esas cosas no nos representan pero también son una señal de alarma. Debe obligar a todos los políticos a asumir responsabilidades respecto de la actitud de condena inequívoca que se debe al período más oscuro y dramático de la historia de nuestro país”, dijo el político.

Historial oscuro

Pese a la molestia y el repudio generalizado que generaron estos hechos, no es algo nuevo en el comportamiento de los hinchas de la Lazio. El club fundado en 1900 posee una águila asociada a la Roma Imperial y Benito Mussolini fue uno de sus socios más célebres en el pasado, frecuentando el estadio en múltiples ocasiones durante su período como líder autoritario de Italia.

En el caso de los futbolistas, la lista es más extensa. Giorgio Chinaglia, Luigi Martini fueron jugadores que vistieron la camiseta celeste por largos años portando la bandera del fascismo. Lo de Paolo Di Canio ha sido lo más llamativo: el otrota deportista se considera un acérrimo aficionado de ultraderecha, un patriota y nacionalista amante de la ideología de Mussolini. Incluso, en su cuerpo tiene tatuado la palabra Dux, término asociado al dictador y a sus seguidores.

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