Festeja Marruecos. Los magrebíes lograron una impactante victoria ante una deslucida Bélgica que ha estado lejos de su mejor nivel. El duelo era crucial en el Grupo F. Si los europeos ganaban, sellaban su clasificación a los octavos de final, mientras que los africanos, que dieron la sorpresa ante una de las favoritas, necesitaban sumar para continuar con vida en Qatar.
El duelo arrancó con un hecho insólito. Yassine Bounou, meta marroquí, estaba previsto como titular. El jugador del Sevilla piso el césped del Estadio Al Thumama, cantó el himno e incluso se sacó la foto oficial, sin embargo, no disputó el duelo y Munir Mohamedi se paró bajo los tres palos desde el primer minuto. ¿Pero qué pasó? El arquero titular de los africanos sufrió una indisposición estomacal. Al terminar el protocolo inicial le comunicó el problema a la banca belga y el cuerpo técnico decidió realizar una sustitución de última hora.
El manejo de Bélgica marcó el primer tiempo. Los dirigidos por Roberto Martínez asumieron la responsabilidad y salieron a buscar una victoria que los dejaría bien encaminados para hacerse con el primer puesto de su zona. Comandados por Kevin De Bruyne, los Diablos Rojos empujaron sobre su arco a los marroquíes, quienes contuvieron de gran manera los embates europeos y poco a poco comenzaron a atreverse.
Mediante transiciones rápidas, los magrebíes complicaron a la zaga rival. En tanto, los belgas, con paciencia y amplitud sobre el ancho del terreno, intentaron construir su juego colectivo, pero el gran repliegue africano les impidió generar ocasiones claras de peligro.
Sobre el final parecía llegar la alegría para Marruecos. En los descuentos del primer tiempo, Hakim Ziyech sirvió un tiro libre cercano al vértice del área belga. El volante del Chelsea pateó al arco y Thibaut Courtois, que fue incomodado por Romain Saiss, no pudo hacer nada ante el remate. El tanto desató la algarabía africana en el recinto ubicado en Doha, pero esta solo duraría unos segundos. La llamada del VAR no tardó y César Ramos fue a revisar la jugada en cuestión. El colegiado visualizó la posición de adelanto e interferencia del defensa central, por lo que la anotación fue desestimada. Seguía la paridad al descanso.
Golpe en el Grupo F
Hubo una buena intensidad en la segunda mitad, pues ambas escuadras buscaron abrir la cuenta. El partido se tornó en un constante ida y vuelta, pero con más ganas que buen fútbol, sobre todo de Marruecos. Ninguno de los equipos logró sentirse plenamente cómodo en el campo ni mucho menos brillar.
En el 73′ llegaría la sorpresa. Con un tiro libre similar al del primer tiempo, pero más cercano al tiro de esquina, los magrebíes marcaron el primer gol del encuentro. Abdelhamid Sabiri sacó un remate cerrado y, con complicidad del arquero del Real Madrid, rompió la paridad.
Martínez reaccionó al instante e incluyó Charles De Ketelaere y Leandro Trossard en el partido. A falta de 15 minutos para cumplir el tiempo reglamentario, los jóvenes atacantes tenían la compleja misión de conseguir el empate junto a De Bruyne y Dries Mertens, que también ingresó en el complemento. En el 81′, ingresó con el mismo propósito Romelu Lukaku, quien no se encontraba en plenitud física para formar parte del equipo estelar, pero ante la necesidad saltó a la cancha.
Bélgica agotó sus cartas y con ímpetu presionó sobre el arco de Munir, pero no tuvo éxito. Los marroquíes se arroparon y evitaron el empate. Ya en los descuentos Marruecos estiró las cifras. Zakaria Aboukhlal ganó en el área belga y pivoteó. Ziyech, en una gran jugada individual, desbordó por la derecha y habilitó al delantero del Toulouse, quien definió al ángulo superior izquierdo de Courtois.
La victoria enciende el Grupo F y le da vida a Marruecos. Tres puntos que los meten en la pelea por acceder a los octavos de final de Qatar 2022. Deberán vencer a Canadá en la siguiente jornada para avanzar a la siguiente ronda. En tanto, la Generación Dorada belga está teniendo una deslucida actuación en la Copa del Mundo y necesitan vencer a Croacia para luchas por la clasificación.