Parecía que Universidad Católica se afirmaba en el torneo. Con otro gran gol de José Pedro Fuenzalida, se imponía por 0-1 ante Huachipato en el CAP. Los acereros tenían el balón, pero parecía que no podían causar daño. Pero las apariencias engañan, porque tras el alza del duelo ante Iquique (y que se concretó con un triunfo), los cruzados volvieron a las derrotas. Esta vez ante un rival que saca pecho ya que rindió pese a que también está disputando la Copa Chile, en la que espera pasar a la final.
Aunque ya en el primer tiempo Huachipato lucía más dominio del balón que la UC, el segundo tiempo la balanza se desniveló demasiado. Y daba la impresión que incluso con permiso de los cruzados, que invitaban a los locales a atacarlos, para esperarlos bien parados y sentenciar el duelo con un contragolpe.
Pero el plan comenzó a fallar en la parte de "bien parados". Especialmente porque tan rápido como recuperaban la pelota, los dirigidos por Mario Salas la perdían para volver a sufrir con los ataques acereros y especialmente con Yeferson Soteldo.
El venezolano tenía vuelto loco al fondo universitario y lideró la reacción de su equipo. Como a los 59', cuando sacó un remate que rechazó Toselli, pero que en el rebote permitió el gol de Jorge Ortega.
Cinco minutos después, otra pérdida de balón de Católica en la mitad de la cancha, terminó conSoteldo entrando por la izquierda, levantando la cabeza y habilitando perfectamente para que Ortega, sin marca, anotará el 2-1.
Y la UC se derrumbó. Además, a los 72' se quedó con diez jugadores por la expulsión de Santiago Silva, tras los reclamos cruzados que pedían un penal.
Sí, hubo una especie de reacción emocional por parte de Universidad Católica que, por primera vez, tomó el control de la pelota, empujando a Huachipato hacia su zona. Pero a diferencia de la UC cuando vivió la misma situación, el cuadro de Vigevani acertó con un contragolpe.
A cinco del final, otro pique imparable de Soteldo y otra habilitación perfecta para que Matheo Zoch marcara el 3-1.
No le resultó la táctica al Comandante Salas. Yeferson Soteldo se la destrozó.