Acontecimiento en Providencia. Larry Stefanki, el mítico ex entrenador de John McEnroe, Marcelo Ríos y Fernando González, entre otros, se sienta frente a decenas de entrenadores y fanáticos del tenis. Junto a él, uno de sus escuderos, el chileno Horacio Matta. Y lo que dicen, el estadounidense en inglés, levanta sarpullidos.

En las tres horas que duró su ponencia, titulada Cómo preparar a un campeón, el entrenador se despachó a gusto con los actuales referentes del tenis chileno. Partió por Nicolás Massú, del que no se mostró admirador pese a su labor como técnico del austríaco Dominic Thiem. "Creo que tienen una linda amistad. No llamaría a Nicolás Massú un coach. Creo que Thiem, quinto del mundo, necesita a alguien simpático que lo acompañe en el Circuito. El Tour ha llegado a ser eso. Es una manera de verlo. Dominic es un tipo muy talentoso. Él está dirigiendo un muy buen caballo, por decirlo así, pero para ser un coach no basta con ser cheerleader", comentó el norteamericano, que llevó a la cima mundial a Ríos.

Duro en su análisis, pr0fundizó: "Un coach tiene que conocer los fundamentos del juego, el trabajo de pies, tiene que conocer qué se necesita físicamente para llegar a la cima. Massú tiene algunos componentes de eso, porque fue fugazmente top ten del mundo y ganó la medalla de oro olímpica".

Stefanki se refirió al momento por el que pasa Christian Garin, de quien confesó sentirse decepcionado por venirse de vuelta a Chile justo antes de enfrentar Roland Garros: "Es algo que usualmente no haces, sin una razón, cuando estás camino a un major. Si quieres jugar un gran tenis competitivo, debes estar seguro de que estás completamente comprometido y no dividiendo vuelos dos semanas antes de un gran evento. No entiendo la lógica".

Y tuvo un análisis duro para el juego de Nicolás Jarry y lo que debe mejorar para retornar a los 50 mejores del mundo. "No juega como yo sugeriría en términos de técnica para un jugador de su altura. Le gusta competir en arcilla y muy detrás de la línea de fondo. No sé si eso sea una buena idea, porque la cancha es un rectángulo y puedes quedar expuesto geométricamente con la falta de velocidad, movilidad y altura . Tiene un montón de trabajo técnico por hacer, no está ni cerca de ser un jugador de clase mundial".

También tuvo algunas referencias bondadosas: "Ríos era un jugador increíble. Es el tenista más inteligente que he conocido, tiene un IQ elevado. De un golpe, él tenía 10 opciones de enviar la bola, y mi trabajo fue comprimir eso, simplificar su juego, para que fuese más efectivo (...). Con González fue lo mismo. Muchos decían que hice su juego más aburrido, pero en verdad lo hice más efectivo", contó.