Stefanos Tsitsipas se rinde ante Novak Djokovic: “Es el más grande que jamás haya sostenido una raqueta de tenis”
Tras perder en la final del Abierto de Australia, el tenista griego reconoció la grandeza de su rival y agregó que "él ha sacado lo máximo de mí en cada partido que hemos jugado".
Perdió en la cancha, pero no en caballerosidad. Tras caer en la final del Abierto de Australia, Stefanos Tsitsipas reconoció la grandeza de su rival, Novak Djokovic, y no dudó en catalogarlo como el mejor en la historia de este deporte. Incluso por sobre Roger Federer.
“Es el más grande que jamás haya sostenido una raqueta de tenis”, elogió al serbio luego de ver como se consagraba en el primer Grand Slam del año a costa suya. El nacido en Atenas sabía que no había vuelta atrás, aunque jugarán la final diez veces más, pues lo había dado todo en la pista rápida del país oceánico.
6-3, 7-6 (4) y 7-6 (5) el marcador final y la consagración de un hombre que igualó a Rafael Nadal con 22 títulos de Grand Slam y lo superó con 93 torneos ganados a nivel ATP. Por eso no había más que aplaudirlo y ser el primero en llenarlo de elogios. “Novak ha sacado lo máximo de mí en cada partido que hemos jugado, es uno de los más grandes del tenis, quiero agradecerte por haber llevado tan lejos este deporte”, sostuvo el deportista.
No era para menos. Djokovic ganó su décimo trofeo en Australia y su vigésimo segundo título en los torneos más importantes de este deporte. A ello le suma que es el único jugador en triunfar en todos los Masters 1000 al menos en dos ocasiones y posee ocho títulos en césped, siete de ellos en Wimbledon. En arcilla suma 18 trofeos, entre los que están sus dos Roland Garros y 11 Masters 1000.
Marcas que sin duda lo transforman en un mito viviente y que hoy lo tienen en la cima del mundo pues este lunes se transformará en el nuevo número uno del planeta, posición que no es desconocida para él, pero que esta vez recuperó como toda una leyenda.
Y si bien a nadie le gusta ser el invitado de piedra, el actor de reparto que ve como se consagra el otro, Tsitsipas sabe que más temprano que tarde llegará su turno y el deporte blanco le devolverá la mano. “El crecimiento comienza con una sola semilla plantada hoy, cuidándola con amor y cuidado, viéndola florecer en una magnífica creación. Australia es un lugar de contrastes, un lugar de belleza, un lugar maravilloso, un lugar para llamar hogar”, concluyó.
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