La voz de Steve Kerr ha vuelto a resonar en el mundo. El entrenador de los Golden State Warriors impactó al mundo con un potente discurso sobre la matanza que se vivió en una escuela de Uvalde, Texas este 24 de mayo. Visiblemente afectado, y con lágrimas en sus ojos, mostró su lado más humano. Uno que el globo ya conocía, y es que cuando se trata de justicia social y críticas al porte de armas, el ocho veces campeón de la NBA siempre ha estado presente. Su historia de vida lo hace nunca quedarse al margen. Sabe en primera persona lo que es sufrir por la violencia armada.

Cualquier pregunta de baloncesto no importa. En los últimos 10 días, hemos tenido a ancianos negros asesinados en un supermercado en Buffalo, hemos tenido a asiáticos que asisten a la iglesia asesinados en el sur de California, y ahora tenemos a niños asesinados en la escuela. ¿Cuándo vamos a hacer algo? Basta ya. Estoy cansado de venir aquí y dar condolencias a las familias devastadas”, fue la frase con la que comenzó la rueda de prensa posterior al partido ante los Mavs por las finales del Oeste de la NBA. Una declaración que nace desde el corazón. Desde el sufrimiento genuino que sufrió en 1984 y que cambió para siempre la vida de Kerr.

El 18 de enero de aquel año, recibió la llamada telefónica más dura que podía recibir. Mientras su familia vivía en su natal Líbano y él estaba en Arizona jugando baloncesto por la universidad, un amigo lo llamó a las 3 de la mañana. “Inmediatamente supe que algo había pasado”, contó en The Last Dance al recordar ese momento.

La llamada fue para contarle a Kerr, de 19 años en ese momento, que su padre había sido asesinado. Sucedió en la Universidad Americana de Beirut, establecimiento del cual era rector y en donde dos hombres lo emboscaron y le dispararon a quemarropa. A las horas de haberse perpetuado el ataque, el grupo terrorista de Hezbolá se atribuyó la autoría de este.

La muerte de su padre fue un momento de cambio para Steve. Aquel episodio dramático lo acompañó toda la vida y forjó su carácter y personalidad. El baloncesto lo salvó dice, dedicándole gran parte de su vida al esférico anaranjado. Como jugador compartió plantel con Michael Jordan y consiguió tres anillos al hilo, además de otros dos que conseguiría en San Antonio Spurs, una ciudad que se ubica a 133 kilómetros de donde se perpetuó la matanza de 18 niños y tres profesores.

Durante su etapa como básquetbolista, Kerr destacó por ser uno de los mejores tripleros de la liga. De hecho hay dos hitos que remarcan de buena manera ese sitial. Primero el legendario triple que anotó en el último minuto del juego seis de las finales de la NBA para darle el anillo a los Bulls y también el hecho de que hasta hoy es el jugador con mejor porcentaje de triples (45,4%) anotados en su carrera.

Después agrandaría más aún su leyenda, al ser el entrenador que comandó la dinastía de los Golden State Warriors en la última década. Con los de San Francisco ganó tres anillos, creó un nuevo estilo de juego y volvió a alzar la voz.

Durante su etapa como entrenador, Kerr ha sido un férreo opositor al uso deliberado de armas en Estados Unidos, usando su espacio de figura pública para debatir y criticar los constantes ataques armados que ha sufrido Norteamérica.

Recordada es su conferencia de prensa tras el tiroteo en la Primera Iglesia Bautista de la pequeña localidad de Sutherland Springs sufrido el 5 de noviembre de 2017. “Es algo terrible y tiene que ser un asunto de seguridad pública. En 17 años hemos mejorando muchos temas de seguridad, principalmente en temas de automovilismo, pero en control de armas nada. De alguna manera nuestros gobernadores tienen que tomar medidas. Hay muchas formas de ayudar a esta gente, pero nuestros políticos tienen que tomar las riendas”, lanzó.

Lamentablemente en 2018, y tras los ataques en la escuela secundaria Stoneman Douglas de Parkland, el tema tendría que volver a ser comentado por el estratega de los Warriors. “Parece que a nuestros políticos no les importa que niños sean asesinados a tiros día tras día en sus escuelas. No les importa que a las personas les disparen en los conciertos o en teatros. Parece que aún no es suficiente para movilizar a nuestros líderes, a las personas que dirigen este país. Tienen que hacer algo, tienen que dejar que las personas voten. No pueden seguir así, por presiones de quienes le pagan las campañas. Tenemos que encontrar a gente que tenga el valor de luchar por los ciudadanos y que se preocupe por los verdaderos problemas de seguridad. Que nos proteja de los lunáticos”, comentó en tu tono mucho más duro en esa oportunidad.

Es por eso que este martes explotó. Fue la sensación de un bucle interminable. Ya se ha visto frente a los micrófonos, ya se ha visto molesto porque nadie responde, ya se ha visto dolido porque las muertes siguen aumentando.

Por eso que ahora tuvo un comentario directo a los políticos norteamericanos. “Cincuenta senadores en Washington nos van a tomar como rehenes. ¿Se da cuenta de que el 90 por ciento de los estadounidenses, independientemente de su partido político, quiere verificaciones de antecedentes, verificaciones de antecedentes universales? Somos rehenes de 50 senadores en Washington que se niegan siquiera a someterlo a votación, a pesar de lo que queremos los estadounidenses. No lo votarán porque quieren aferrarse a su propio poder. Es patético. Ya he tenido suficiente”, comentó.

Esto hace relación a la aprobación de la H.R.8 una ley que busca regular el control de armas en Estados Unidos, la cual fue aprobada por el Congreso (de mayoría demócrata) en 2021, pero bloqueada por el Senado (de mayoría republicana) unas semanas después.

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