Tiago Nunes empieza a tomar vuelo en el fútbol chileno. Dos triunfos y un empate en sus primeros encuentros al mando de Universidad Católica le empiezan a generar respaldo al proceso que encabeza y, en el plano personal, a conferir una dosis de autoridad que no solo alcanza para la búsqueda de un sello para el juego del equipo de la franja. También para provocar cambios en el fútbol chileno. Antes, de hecho, había alzado la voz para criticar el estado de la cancha del estadio Santa Laura, uno de los escenarios donde la escuadra de la franja ha tenido que ser local mientras se desarrolla la construcción del nuevo San Carlos de Apoquindo. “Es terrible”, disparó.
El técnico del equipo cruzado luce una extensa trayectoria. La última parte de su currículo, es estelar: ha estado en las bancas de Athletico Paranaense, Corinthians, Gremio, Ceará y Botafogo, en Brasil, y de Sporting Cristal, en Perú. Su mejor figuración la alcanzó con el Furaçao, al que llevó a la consecución de la Copa Sudamericana en 2018. En la temporada siguiente se quedó con la Copa de Brasil y con la Suruga Bank. Esos logros lo transformaron en una voz autorizada a nivel continental. De hecho, son los que atrajeron la atención cruzada para convertirlo en el reemplazante de Nicolás Núñez.
La idea
Mientras mueve piezas y acomoda el funcionamiento del equipo de la franja, Tiago Nunes plantea un cambio que, a su juicio, puede generarle beneficios al fútbol nacional. Concretamente, el aumento de los jugadores que se consideran para cada compromiso en el fútbol local. Actualmente, se pueden citar hasta 18. Nunes es partidario de elevar la cifra a 23, como sucede en las grandes competencias internacionales.
El planteamiento tiene justificación: el aumento de la experiencia y, por ende, de la competitividad en los valores más promisorios. “Hay momentos para hacer debutar un jugador, pero también hay que entender la característica de cada jugador. Hay algunos de 17 que parece que tienen 30, muy tranquilos, y otros hay que tener más paciencia y buscar el momento ideal”, declaró, a modo de introducción, hace una semana.
Luego, lanzó la propuesta. “Lo ideal sería seleccionar más jugadores por partido, como en la Copa Libertadores. Ahí se pueden llevar 23 futbolistas. Imagine si pudiera llevar cinco más, ganando experiencia, conviviendo dentro del camarín, en un partido de visita. Ese tipo de ambiente solo se genera viviéndolo”, puntualizó.
No es nueva
La iniciativa, aunque con matices, se ha discutido en el Consejo de Presidentes, la instancia en la que se adoptan las decisiones relevantes en el fútbol chileno. “Se presentó que aumentara a 20 y el Consejo no lo aceptó. Perdimos por mucho. Nosotros y la Católica estuvimos de acuerdo. Para este año, imposible. Evidentemente, es por costos”, revela Pablo Hoffmann, presidente de O’Higgins.
El timonel rancagüino, eso sí, descarta que se produzca el beneficio que plantea Tiago Nunes. “No tiene ningún efecto. Todo lo contrario. Hoy, de los siete que van a la banca, tres serán profesionales. El resto son chicos que pueden jugar en cadetes. Si uno lleva más, deja más chicos sin jugar en cadetes. Y lo que necesitan los jóvenes es jugar”, plantea.
En el mismo sentido, apunta que la actual exigencia ya requiere coordinaciones múltiples. “En nuestro caso, el miércoles se empieza a preguntar quienes podrían ser considerados en el primer equipo, quienes van a jugar en cadetes y quienes no. A la larga, quedan tres o cuatro que no juegan en ningún lado. En el fondo, mejoran las estadísticas, que dicen que el jugador fue citado, pero eso es gráfica nomás. En la práctica, no hay efecto”, sentencia.
Jorge Contador, máxima autoridad de Coquimbo Unido, se remite a la dificultad de aunar voluntades. “Para modificar las bases se necesita un quórum alto de los miembros del Consejo y no creo que lo haya para aprobar esa modificación. Y había que preguntarle al presidente de la Católica qué opina, también. No es lo mismo viajar con 18 que con 23. No es primera vez que se habla”, explica.
“Sería bueno para los jugadores y para los clubes que tengan jugadores que hacer crecer. Pero también subiría bastante los costos de viajes y concentraciones”, estima Gonzalo Cilley, máxima autoridad de Audax Italiano. “Cada club debe tomar su decisión sobre ese balance. Todo en este negocio requiere balancear distintos criterios”, complementa.
Cuestión de costos
Los presidentes de los clubes admiten la principal barrera para un cambio como el que propone Tiago Nunes. “En varias oportunidades lo he escuchado y siempre la contra es el tema económico. Luego está lo deportivo. Está bien como estamos funcionando. Nosotros tenemos seis juveniles en condiciones de jugar, pero no en todos los clubes pasa lo mismo”, insiste Contador.
Marcelo Pérez, máxima autoridad de Cobreloa, refleja la realidad de uno de los clubes que debe asumir altos gastos en los desplazamientos. “Por un lado, mejoraría el roce, pero para los equipos del norte sería un costo adicional altísimo, por viaje, considerando la estadía. Para nosotros, sobre todo. Nuestro caso es muy similar al de Iquique. Para nosotros sería un costo altísimo. Dependiendo del día, un pasaje cuesta entre 110 y 300 mil. O hasta 500 mil hasta Concepción”, detalla.
Los costos de los desplazamientos de los naranjas están sujetos a un factor externo. “Dependen del turno de los mineros”, sostiene Pérez. “Hay subvención, pero no alcanza. La de Tiago Nunes es una buena propuesta para darle roce a los jóvenes, pero hay que discutirlo en el Consejo. Las distancias son extremas. Y en los extremos, los costos son altos”, insiste.
En ese contexto, la sentencia del mandamás loíno es categórica. “La opinión de Nunes viene de su experiencia en Brasil, en una realidad distinta a la nuestra. En Chile es difícil que se aplique”, concluye.
Sin embargo, hay quienes apuntan que esa variables no debería ser la principal al momento de las consideraciones. “En un caso de emergencia, puedes citar a alguien más. Eso lo determina el cuerpo técnico. El requerimiento es de ellos. Tiago Nunes lo plantea como cuerpo técnico. Es lo mismo que cuando viajas a un torneo internacional, no viajas con lo justo. No lo veo descabellado. El costo tampoco es tanto más para un equipo de Primera”, sostiene Javier Di Gregorio, gerente deportivo de Deportes Iquique. El exguardameta repara, eso sí, en el propósito. “Si voy a citar tres juveniles para no hacerlos jugar, es perjudicial. El jugador se hace compitiendo. O lo llevo a jugar o a la banca. No es por un tema de costos. Estando en Primera no se puede estar escatimando en gastos de ese tipo”, sentencia.