Sudamérica se ilusiona. En 2030 se cumplirá 100 años desde que se disputó el primer Mundial de la historia y en el subcontinente creen que es justo que la efeméride se celebre con un nuevo torneo planetario en el lugar en que todo comenzó. Es el concepto que más se repite durante toda la conferencia de prensa que ofrecieron, conjuntamente, el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, los representantes de las federaciones de Uruguay, Paraguay, Argentina y Chile y las autoridades gubernamentales que avalan la postulación.
El camino es largo. Recién en 2024 habrá certeza respecto de la elección. Sin embargo, hace ya un tiempo que todos los actores vienen trabajando en darle estructura al desafío. Se sabe que hay muchos aspectos que abordar y, principalmente, que habrá adversarios fuertes en el mismo objetivo, pero nada quita la ilusión. Ni menos las ganas de pelear por lo que se concibe como un derecho.
“Es un verdadero gusto volver a estar aquí, en el lugar icónico donde todo comenzó y preguntarnos si aquellos visionarios que hicieron posible el primer Mundial acá se hubieran imaginado el impacto que este torneo iba a tener en el mundo entero. No podemos no trabajar con todo el corazón por honrar su memoria y demostrarle al mundo que todos tienen una deuda moral de un reconocimiento que hacer a todos esos soñadores y fundadores de lo que hoy moviliza al mundo. En 1930 eran 12 países más el anfitrión y eso se fue modificando con el tiempo, por la expansión del fútbol. Ahora se juega con 48 equipos y pensar que un solo país pueda ser anfitrión de todo lo que mueve un Mundial es casi inhibitorio. El fútbol nos enseña el valor de jugar en equipo. Y esto lo entendieron tres países que se unen a Uruguay, que es el país simbólico”, enfatiza Domínguez.
Mucho trabajo por delante
Domínguez asume que hay mucho por hacer, pero ni siquiera eso lo detiene. Tampoco la eventualidad de que exista competencia, como la opción que ya levantaron España y Portugal. “Este no es el proyecto de una persona, pero sí tenemos que reconocer a las personas que nos antecedieron y soñaron con traer el Mundial de vuelta a su casa. Esto no es el proyecto de un gobierno, sino de un continente. Sudamérica entiende que el fútbol tiene que reconocer y no disputar. 100 años se cumplen una vez y se tiene que volver a la casa. Creer en grande, como nuestros antepasados nos cuentan, no habrá adversidad que nos ataje. Este estadio se construyó en nueve meses. De aquí al 2030 alcanzamos a hacer más. El dinero y el lujo pueden hacer extraordinarias, pero nada puede comprar lo que tienen Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile. Tenemos que unirnos en este propósito que se tiene que realizar el próximo año: que el Mundial vuelva a su casa, a su cuna”, profundiza.
La mirada coincide con la que expone Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, que actuó como anfitriona de la presentación. “Es justo el hecho de organizar el Mundial de 2030 en el lugar donde todo comenzó. Donde se tuvo el coraje, las agallas, la valentía de poner todo sobre la mesa. Después de la pandemia, estamos retomando para decirle al mundo ‘aquí estamos y vamos por lo que nos corresponde, los 100 años desde que todo comenzó’. Ahora, manos a la obra para que esto sea una realidad”, dice el timonel charrúa.
“En este hermoso estadio y hermoso día podemos decirle al mundo que estamos tomando el camino de la construcción de la candidatura del Mundial de 2030, camino que hace muchos años está presente en el país, que lo puso a la consideración del mundo, que lo puso como homenaje para esto tan hermoso, que es el Mundial. Ha sido pensado, analizado y puesto en marcha aquí, en Uruguay, hace casi 100 años. Producto de ese trabajo, arrojo, puesta en acción tuvo como fruto la construcción de este estadio y la celebración del primer campeonato del mundo. Ese evento que en ese tiempo era una quimera se transformó en la máxima fiesta del mundo, del deporte mundial. En el evento más popular de todo el globo. Y esto se logró aquí”, plantea, en el marco de un relato plagado de épica, como el que ha caracterizado a la idea desde que surgió.
Una postulación “austera y sostenible”
La ministra Alexandra Benado evaluó la reunión. “Sostuvimos una reunión de trabajo con los otros ministros de Deporte, de Argentina, Uruguay y Paraguay para retomar los acuerdos que ya veníamos conversando desde la reunión en Asunción, el mes pasado, y estamos conscientes de que lo que tenemos que hacer es levantar rápidamente la corporación, que va a ser el ente que, en definitiva, nos va a permitir, como forma jurídica, postular. Así lo estipula la FIFA. Y siempre pensando y sosteniendo que tenemos que tener una postulación austera y sostenible, acorde a la realidad de los diferentes países sudamericanos. Y por eso pensamos en los 100 años, en relevar la importancia que tienen estos 100 años del primer Mundial, que se hizo en Uruguay, para que pueda ser esa la punta de lanza para la postulación del Mundial de 2030″, expresó la máxima autoridad deportiva nacional.
Benado anunció, además, que la próxima cita de la instancia se realizará en Santiago.