Silbato y bandera arriba. Son las nueve de la mañana y 40 árbitros se dirigen hacia el centro del campo de una de las canchas de la ANFP para iniciar la última jornada de la pretemporada arbitral en Quilín. El calor comienza a sentirse, pero el entrenamiento arranca con un trote simple en un ambiente distendido en el que abundan las risas y los chistes.
Los ejercicios físicos no difieren tanto del que realizan los futbolistas. Para trabajar la movilidad dentro del campo, por ejemplo, también utilizan balones. Aunque no juegan fútbol, se divierten con la pelota. Quienes llegan tarde, son castigados por el preparador con tres flexiones de brazos. El sentido de la justicia, la penalización de las infracciones, debe prevalecer. A un costado de la cancha, aparece Julio Bascuñán. Trabaja en solitario, viene de realizar otra pretemporada en Curicó junto a los otros 13 chilenos escogidos por la Conmebol.
Ángelo Hermosilla (41) es de los primeros en comparecer al círculo central, donde se llevarán a cabo ejercicios mentales para mejorar la toma decisiones. "¡Tranquilo, Ángelo!", le gritan sus compañeros. "La idea es aplicar más el 'sigamos jugando'. Buscamos que las reanudaciones sean más ejecutivas. Este tipo de cosas pueden funcionar", explica el árbitro al término de la práctica.
En la cancha contigua realiza su pretemporada Deportes Antofagasta, y la curiosidad de los futbolistas del cuadro nortino por los métodos de entrenamiento arbitrales, es evidente. Cuando un balón extraviado se cuela en la cancha de los jueces, es posible apreciar en su golpeo la técnica de quienes un día desearon ser futbolistas. No pudieron.
El preparador físico toma la batuta y entrega una hoja de papel con un número a cada colegiado. Cada vez que menciona una cifra de cinco dígitos, los jueces deben pararse en el orden adecuado para representarlo. Un juego concebido para ejercitar la velocidad en la toma de decisiones que saca carcajadas en el grupo.
Finalizada la parte física, Enrique Osses y Patricio Polic pasan a liderar los trabajos de arbitraje en tiempo real. "En los partidos no nos podemos equivocar, pero aquí tampoco", exclama Polic, a modo de arenga inicial. Al borde del terreno descansa una carpa cubierta que oculta en su interior un sistema de video que graba el desempeño de los árbitros para evaluarlos de manera inmediata. Los jueces pasan en parejas de a dos. Uno funciona como árbitro principal, mientras el otro cumple la función de asistente. "¡Fuera de juego!", "¡El 9, adelantado!", "¡Interfiere el 7!", resuena. Cada vez que uno se equivoca, el profesor detiene el entrenamiento. "¿Qué pasó con el penal?", interpela ante la inocente mirada de su interlocutor. Cada pareja pasa entonces a la cabina para revisar los errores y virtudes perpetrados durante el ejercicio.
Los árbitros manejan su comunicación con este formato de trabajo. Si a uno se le escapa un detalle, el otro lo cubre. Pero siempre que el profesor pregunta dónde estuvo el fallo, ambos parecen pelearse por dar una respuesta acertada. "No fue mano, no hubo intención", "no hay posición de adelanto, el jugador no quiso intervenir". El catálogo de interpretaciones es inagotable.
El último ejercicio previo al almuerzo consiste en arbitrar un partido en tiempo real. La serie Sub 19 de Colo Colo es hoy el equipo invitado. Dos jueces prinicipales supervisan el cotejo con la idea de perfeccionar su posición dentro del campo. Finalizado el ejercicio, Osses y Polic convocan a los jueces, que forman en círculo, para realizar un balance de la práctica.
Tras la charla, algunos árbitros se dirigen al gimnasio y otros directamente a camarines. La liturgia de pretemporada continúa con un almuerzo en conjunto antes de quedar en libertad. Ya durante la tarde, se analizan las jugadas más complicadas en el salón de video de la ANFP, en donde se genera un clima de debate. Diez horas después del inicio de la agotadora sesión, al filo ya de las siete de la tarde, concluye la pretemporada, una semana de entrenamientos conjuntos de nueve a seis. Antes, desde el 7 de enero, cada uno en su colegio, se aplicó a la parte física.
"Esta pretemporada nos ha servido para evaluar quiénes de estos 40 árbitros responden mejor a los cambios que se requieren", sentencia Enrique Osses, antes de adelantar que la puesta a punto del VAR comenzará "a partir de septiembre u octubre".