Hoy fue un día clave para Paolo Guerrero. El delantero peruano está en Zúrich, Suiza, donde debió comparecer ante el tribunal de la FIFA tras dar positivo en un control antidopaje efectuado el pasado 5 de octubre, después del duelo eliminatorio entre Argentina y Perú, disputado en Buenos Aires. En compañía de sus abogados, el ariete, figura de la selección peruana que participará en la próxima Copa del Mundo de Rusia, intentó probar su inocencia en el caso.
Al salir de la cita, que se prolongó por más de cuatro horas, el propio futbolista aseguró que el organismo que rige el fútbol mundial descartó que haya consumido cocaína, consigna el diario incaico El Comercio. "La prueba de cabello y otras muestras habrían determinado que el jugador peruano no consumió cocaína. Por lo tanto, el consumo de un té de mate de coca o una bebida contaminada, habría sido el causante del resultado analítico adverso", explica el medio.
"Tengo resolver este tema antes de pensar en el Mundial. Quiero hacerlo porque mi vida es jugar al fútbol. En estos 30 días me cortaron las piernas porque no pude jugar. Tengo que resolver esto lo antes posible", expresó Guerrero tras la reunión.
Ahora sólo resta saber la sanción que recibirá que, de ser por té de coca u otra sustancia similar, podría ser mucho menor que las que se esperaban. El goleador todavía sueña con estar en la Copa del Mundo.