Sueño congelado: la U prescinde del arquitecto a cargo del proyecto estadio
Azul Azul le notificó a Max Sánchez Miller el fin de la relación que lo tenía como encargado del proyecto.
En la junta de accionistas del lunes, el presidente de Azul Azul, José Luis Navarrete dio por 'congelado' el proyecto del estadio de Universidad de Chile. "El principal gestor de esto fue Carlos Heller. Hoy, ya no está con nosotros", explicó el ahora mandamás estudiantil, en una señal clara de que la casa propia del club azul tendrá que seguir esperando.
En las últimas horas, surgió otra señal igual de concreta. La concesionaria que rige al club le notificó a Max Sánchez Miller, el arquitecto que estaba a cargo del proyecto, que la relación entre ambas partes culminará a fines de mes.
Sánchez trabajaba hace más de un año en el intento por cristalizar el principal sueño estudiantil. Además de su competencia, lo hacía con una pasión distinta a la de otros profesionales, pues es un fanático de la institución, al punto de que integró la barra Los de Abajo.
En el ejercicio de su labor, al profesional formado en la Universidad Mayor le correspondió participar en reuniones con distintas autoridades para allanar la posibilidad de albergar el recinto. Estuvo, por ejemplo, con miembros de la Municipalidad de Renca, en 2017. También intervino, con Pablo Silva y Eduardo Álamos, gerente general de Azul Azul, en la reunión con Pablo Urquízar, de la subsecretaría de las Fuerzas Armadas, el 19 de abril del año pasado. En agosto estuvo con la intendenta Karla Rubilar y en noviembre, con la alcaldesa de San Bernardo, Nora Cuevas, y con Pauline Kantor, la ministra del Deporte. En la última fecha, la comuna del sector sur de la capital aparecía como la principal candidata para recibir la anhelada construcción.
El profesional, de origen viñamarino, es considerado un experto en la proyección de estadios. Por esa razón fue designado como director de infraestructura para el Mundial Femenino de 2008. También estuvo a cargo de la remodelación de los estadios que sirvieron como subsedes de la Copa América de 2015. Luego, tuvo un rol clave para que Chile pudiera organizar el Mundial Sub 17 del mismo año.
El Centro Deportivo Azul, la infraestructura del Fútbol Joven de Colo Colo y el gimnasio Municipal de La Pintana son otras de las obras que refuerzan su influencia en el ámbito deportivo.
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