Colo Colo está en uno de los momentos más delicados del proceso de Mario Salas. Los albos están lejos de Universidad Católica y muestran un nivel de juego preocupante, dejando escapar cinco puntos en los últimos dos partidos como local. En cuanto a números, la campaña del DT ha sido apenas mejor que la de su antecesor Héctor Tapia, quien a esta misma altura del campeonato pasado acumulaba 27 puntos (compartidos con las 9 fechas que dirigió Pablo Guede), dos menos que los 29 que hoy tienen al equipo en el segundo lugar del torneo.
Salas destacaba en la conferencia de prensa del jueves pasado que el foco no estaba en la UC, sino que en Colo Colo y en la búsqueda de soluciones, las que hasta ahora han sido estériles. Y ayer, luego de la derrota frente a Curicó Unido, que los alejó a nueve unidades de los cruzados, reafirmó esta misma idea: "Sigo pensando lo mismo, el foco está en mejorar nosotros. Hay un tema de desconcentración importante. No sacamos nada con pensar en lo que puede suceder si no mejoramos nosotros. Es el análisis de los hinchas y se respeta. El mío ya lo hice y dije dónde está nuestro foco".
Esa declaración contrasta con la que dio Pablo Mouche. "No soy boludo, no voy a decir que Católica no me importa", señaló el argentino, luego de entregar un detallado análisis. "Sabemos que el margen de error se va achicando porque Católica está en una buena racha y haciendo bien las cosas. Está aumentando la diferencia por culpa nuestra. Nuestra fortaleza es que tenemos jugadores de jerarquía, de renombre, para poner la cara y el pecho y seguir adelante. Debemos mejorar y empezar a conseguir los resultados", destacaba.
El Comandante, en los ocho meses que lleva al mando del club, siempre ha defendido la idea de que su equipo no es predecible, aunque tampoco se muestra muy flexible en cuanto a las decisiones que toma. Incluso, el domingo, al ser consultado sobre si el equipo regalaba los primeros tiempos (el Cacique es el equipo con el segundo peor rendimiento en los primeros tiempos) y por qué los más experimentados no jugaban desde el arranque, el DT fue enérgico en su respuesta. "La forma y el estilo de Colo Colo está clara, pero hoy fue un mal partido que nos genera alejarnos del primero (…). Yo no regalo nada a nadie. Estar aquí sentado me ha costado un montón. Y a mí nadie me ha regalado nada. Colo Colo no regala absolutamente nada. Las decisiones las tomo yo en base a lo que veo en la semana. Que entren los jóvenes es decisión técnica y futbolística", respondió.
La lesión de Carlos Carmona, que lo alejará un mes de las canchas, no modifica la planificación de Salas. El DT volvió a manifestar ayer que se arreglará con lo que tenga, en una postura que en los últimos dos meses varió de un extremo a otro. En mayo expresaba que estaba elaborando una lista de posibles puestos a reforzar, lo que con el paso de las semanas cambió hasta descartar nuevas incorporaciones, pese a las salidas de Agustín Orión y Esteban Pavez. A ello se suma, la fría relación que tiene con los más experimentados.
La partida de Orión ventiló problemas al interior del camarín albo. Entre el técnico y algunos jugadores influyentes, que no estaban contentos con el trato que recibió el argentino. El estilo frontal del entrenador, reflejado en que no tuvo problemas para degradar al transandino a la posición de tercer arquero del equipo, ha sido uno de los focos de roce en el Monumental. Por ahora, eso sí, el técnico cuenta con el apoyo total de Marcelo Espina, gerente deportivo del club. Y, al menos públicamente, también tiene el apoyo de Aníbal Mosa, quien también tiene una relación muy estrecha, casi de amistad, con Esteban Paredes.
En el club insisten en que el proceso del viñamarino es a largo plazo y que por ahora el equipo se mantiene en zona de clasificación directa, sí hay voces de inquietud. Una de ella es la de Daniel Morón, quien tras el partido ante Curicó manifestó su preocupación. "En estos dos partidos sí puedo decir que no es el Colo Colo que esperamos de Mario Salas, pero su trabajo me ha agradado siempre. Hemos dado ventajas en los primeros tiempos, no ha sido ese equipo desequilibrante, punzante... A veces, hasta sin ideas, Colo Colo pone al rival contra su área".