Costó, pero se consiguió. Países Bajos cumplió en su estreno en la Eurocopa ante una rocosa Polonia, que terminó complicando más de la cuenta. Fue un trabajado 2-1, que se decantó sobre la hora, en un entretenido partido válido por el Grupo D.
El conjunto neerlandés buscaba volver a ser protagonista en una competición que históricamente han sabido afrontar. De hecho, en 1988 obtuvieron el único título de su historia. Están en un avanzado proceso de reconstrucción de la mano de Ronald Koeman, que mezcla experiencia y la juventud de nuevas caras. Eso sí, tienen la sensible ausencia de Frenkie De Jong, quien no alcanzó a recuperarse de una lesión de tobillo sufrida en el Clásico entre el Barcelona y el Real Madrid.
Así, buscan dejar atrás el fracaso de los últimas participaciones continentales. Cayeron en octavos en la de 2020 (edición que se disputó en 2021 por la pandemia), no clasificaron en 2016 y se quedaron en primera fase en 2012.
Al frente estaba un equipo que cambió de dinámica y mejoró tras el quiebre del breve proceso de Fernando Santos y la llegada de Michal Probierz. No obstante, la incógnita se produjo por la ausencia de su capitán, figura y goleador: Robert Lewandowski, quien fue suplente por una lesión en su tobillo izquierdo. El ariete anotó cuatro de los últimos cinco tantos de su escuadra en el certamen, lo que refleja la dependencia con él. Su reemplazante natural, Arkadiusz Milik, se quedó abajo del avión, también por lesión. No obstante, supieron suplirlo.
Triunfo trabajado
Países bajos inició de gran forma, con una diferencia en el juego. Buscaron imponerse desde lo asociativo, con paciencia para elaborar y utilizando el ancho de la cancha. La amplitud de sus laterales se sumaron a sus extremos, que por momentos se centralizaron. Sin embargo, fue Polonia el conjunto que inició con el pie derecho gracias a una de sus mejores armas: el juego aéreo.
En un cuarto de hora, Adam Buksa, el reemplazante de Lewandowski, se hizo fuerte en altura. El atacante le ganó a Dumfries en un tiro de esquina servido por Zielinski y selló la apertura de la cuenta.
La reacción fue instantánea. El conjunto neerlandés comenzó a arremeter sobre el arco rival y la resistencia polaca solo duró hasta el 29′. Después de varios intentos, llegó un empate que estaba cantado. Cody Gakpo anotó tras un remate desde la medialuna que se desvió en Bednarek e hizo imposible la respuesta de Szczesny. La Naranja Mecánica mereció más, pero se conformó con el empate al descanso.
El complementó arrancó como finalizó el primer lapso: con un claro dominador. Países Bajos salió en busca de una nueva anotación y estuvo cerca en múltiples oportunidades. Polonia, en tanto, se replegó, aunque intentó hacer daño con transiciones rápidas.
Hubo ocasiones para ambas escuadras, sobre todo para la Naranja Mecánica. Sin embargo, no lograban batir la resistencia. Parecía imposible superar el fortín impuesto por los polacos, que se conformaban con un valioso empate en un difícil Grupo D.
No obstante, en el 83′ llegó el tanto de la alegría. Wout Weghorst, que había ingresado por Depay dos minutos antes, recibió un pase de Aké. Controló en el área y en su primera intervención completó la remontada con un potente zurdazo, desatando la algarabía neerlandesa.
Polonia se quedó con las manos vacías. Era un crucial empate en una zona compleja. Ahora, se jugarán todo ante Austria, el viernes 21 de junio. Ese mismo día, la Naranja Mecánica y Francia animarán uno de los mejores partidos de la fase de grupos.