Universidad Católica lo pasó mal. En rigor, jugó mal. Pero la victoria en Montevideo valió doble. Pese a caer con River Plate de Uruguay 0-1, el factor de los goles como visitante le permitió a los cruzados avanzar a los cuartos de final de la Copa Sudamericana. Fue un duelo áspero, friccionado, ardiente, en el que igual consiguieron el objetivo, pero transpirando demasiado.
Los chilenos, que contaron con el retorno de Lanaro tras su repentina ausencia en la ida, partieron algo tensos pero con el paso de los minutos se fueron adecuando al partido y tomaron el control, aunque eso no haya significado sentenciar la serie en el primer tiempo. River, que tenía la obligación, producía poco y nada. La misión era contragolpear y pillar a la UC mal parada para encontrar un gol y meterse en la lucha. Un gol anulado a Zampedri fue lo único del local en los 45′ iniciales. En definitiva, fue lo más peligroso que generaron.
Todo se tornó incierto para el arranque del segundo tiempo, cuando el Darsenero se encontró con la apertura de la cuenta. Luego de una atajada de Dituro, el balón lo captura Bonifazi, quien remata de zurda y la pelota se cuela pegado a un palo. River se metía de lleno en la serie con más ímpetu que fútbol. A la uruguaya.
Pero en la jugada siguiente, Piriz es expulsado. Con media hora por delante, la UC quedó con uno más, no obstante eso no significó que creciera. Los de Holan quedaban en una disyuntiva: ¿salir a buscar el empate y dejar espacios o manejar los tiempos y esperar, pensando que el 0-1 igual sirve?
El DT argentino, evidentemente molesto, mandó a Puch por Rebolledo, para intentar un golpe de energía. El panorama se le nubló de repente al bicampeón nacional. ¿Y River? Agazapado, esperando algún espacio para ir a atacar.
Ni los cambios resultaron tranquilizadores. Entró Asta-buruaga por el resentido Lanaro y el ex Antofagasta no duró en la cancha porque se desgarró. Tuvo que entrar Cornejo para parchar la zaga y mover a Parot al centro. Mientras se acercaba el final, más efervescente era el ambiente, sobre todo desde la banca uruguaya. La Católica aguantó. Sufriendo, pero superó otra valla.
En el horizonte asoma Argentina, porque el próximo rival es el Vélez dirigido por Mauricio Pellegrino, que dejó eliminado con mucha holgura a Deportivo Cali. Y en una eventual semifinal, el rival también será transandino: Independiente o Lanús.
Eso sí, antes tiene el clásico universitario. Ni más ni menos.
Ficha del partido
U. Católica 0: Dituro; Rebolledo (58′, Puch), Lanaro (84′, Asta-buruaga) (90′, Cornejo), Huerta, Parot; Saavedra, Aued; Buonanotte (90′, Valencia); Fuenzalida, Zampedri y Lezcano. DT: A. Holan.
River Plate 1: Olveira; R. Rodríguez (86′, G. Rodríguez), Salaberry, Viera; Montiel, N. Rodríguez (33′, Calzada), Piriz, Ospitaleche (86′, Alonso), Bonifazi (86′, Pérez); Arezo y Neris (59′, Vicente). DT: J. Fossati.
Gol: 0-1, 51′, Bonifazi, zurdazo bajo tras intervención de Dituro.
Árbitro: A. Herrera (VEN). Amonestó a Buonanotte, Saavedra; Piriz, R. Rodríguez, Bonifazi. En los 53′, expulsa a Piriz por doble amarilla.
Estadio San Carlos de Apoquindo. Sin público.