El mundo del golf sigue a la espera del acuerdo que cambie para siempre a la disciplina. PGA y LIV acordaron la paz en junio, pero a seis meses de aquello aún no hay humo blanco. Desde ambas organizaciones siguen trabajando por llegar a un punto medio, pero lo cierto es que las negociaciones viven días de mucha tensión. El fichaje de Rahm por los árabes fue el último golpe de una liga que manda mensajes de superioridad frente al circuito más tradicional de la historia.
Eso sí, por estos días el PGA sigue teniendo de su lado la ventaja deportiva. El LIV cautiva por sus millones y frescura, pero tras dos años desde su creación siguen sin lograr reconocimiento en la mesa de los grandes circuitos. Sus torneos no suman puntos, sus golfistas están bloqueados del PGA y deben pagar multas para tener membresías del DP World Tour.
Pese a aquello, los de Estados Unidos saben que tienen que llegar a un acuerdo, porque la chequera inagotable de la liga de Greg Norman puede terminar llevándose a sus grandes estrellas. Así lo hizo con Dustin Johnson, Cameron Smith, Phil Mickelson, Brooks Koepka y Joaquín Niemann. También así consiguió a Jon Rahm, la última joya de la corona, avaluada en 550 millones de dólares por cinco años de servicio.
Lamentablemente para ambos, la situación sigue sin destrabarse. Jay Monaham, comisionado del PGA Tour, aclaró que la fecha límite autoimpuesta (31 de diciembre) sigue siendo un objetivo firme, pero ya muchas voces cercanas al circuito apuntan que será imposible un acuerdo durante el último mes del año.
De momento una de las informaciones más concretas vino del medio Sports Ilustrated, quienes expusieron que el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí está dispuesto a inyectar 3.000 millones de dólares si los circuitos se logran fusionar. Dos tercios de ese monto irían para promover el acuerdo comercial, mientras que los 1.000 millones restantes se entregarían como una compensación para los golfistas del PGA que se mantuvieron fieles pese a las ofertas del LIV.
El efecto Rahm
No hay dudas que el fichaje de Jon Rahm por el LIV fue un golpe en el mentón para el PGA, quien ya sabe que no contará con uno de sus activos más importantes en la temporada 2024. El giro, además marca un precedente en torno a la fidelidad que puedan tener las estrellas, ya que en reiteradas ocasiones el español fue claro con su intención de no cambiar de bando. De frases como “declaro oficialmente mi lealtad al PGA” y “juego por amor al golf, la tradición y a jugar contra los mejores jugadores”, pasó a aceptar un cheque por el tercer contrato más grande en la historia del deporte.
Tal fue la sorpresa que una vez que se confirmó el fichaje, también se canceló la reunión programada para esta semana entre Monahan y Yasir Al-Rumayyan, responsable del PIF. Jordan Spieth, una de las estrellas del PGA, habló de este escenario de desconcierto. “Es una buena jugada por su parte. Creo que tenemos mejor ‘mano’, pero ellos saben cuál es la nuestra”, comentó.
El giro en la decisión del León de Barrika se da precisamente por la paz firmada entre ambos circuitos. Ahí algo se rompió para Rahm, quien aclaró sentirse “traicionado” luego de haber rechazado millones y haber puesto la cara por una organización que terminó aceptando el cheque para ellos.
Tal es el peso del ex uno del mundo en el escenario, que no parece descabellado que ahora se pueda abrir una puerta para los jugadores del LIV en los eventos más importantes del año, pese a no tener puntos. Una opción incluso fue planteada por Joaquín Niemann en una entrevista con La Tercera. “Yo creo que una de las posibilidades es que le den cupo a los cinco o diez mejores del LIV”, sostuvo.
Nuevo inversor para el PGA
Solo días después de que el tres del mundo cambiara de liga, el PGA lanzó un comunicado anunciando un nuevo inversor externo para su organización. No mencionaron que ambas situaciones estuviesen conectadas, pero no es difícil plantear el negocio como una prueba de que aún los norteamericanos generan atención en el mercado.
La llegada de músculo económico también es un mensaje para el LIV, quienes se sientan en la mesa negociadora con muchos más millones. El acuerdo se anunció a través de un comunicado: “La Junta Política del PGA TOUR ha seleccionado por unanimidad un grupo de inversión externo con el que seguir negociando a medida que avanzan las conversaciones con el PIF. La decisión de avanzar en las conversaciones con Strategic Sports Group (SSG) se anunció el domingo en un memorando a los miembros del TOUR”, comunicaron.
En el escrito se reiteró repetidamente que la intención es llegar a acuerdos con los árabes y el ex circuito europeo. “Anticipamos avanzar en nuestras negociaciones con PIF en las próximas semanas. Además, el DP World Tour seguirá siendo una parte importante del proceso a medida que avanzamos hacia PGA TOUR Enterprises”, concluyen.