Un hecho extradeportivo ha conmocionado la jornada en el fútbol de Italia. Pablo Marí, futbolista español que milita en el Monza (club ascendido a la Serie A para la presente temporada), fue una de las cinco personas involucradas en un apuñalamiento masivo por parte de un hombre de 46 años, en un centro comercial de la localidad de Assago, a las afueras de Milán.
El individuo sindicado como el responsable del ataque fue detenido y el motivo del ataque no está claro, según la BBC. De todas formas, el diario Marca señaló que el detenido tendría alteraciones mentales.
Los últimos reportes de prensa en Europa han dado mayor tranquilidad sobre la situación del zaguero, campeón de la Copa Libertadores con el Flamengo en 2019. Marí se encuentra en buenas condiciones, consciente, luego de recibir una puñalada en la espalda mientras paseaba con su mujer y su hijo en un supermercado, dentro de la tienda por departamentos. Fue trasladado en helicóptero a un hospital y ha dialogado con sus familiares. Según La Gazzetta dello Sport, una de las víctimas del ataque habría fallecido. Se trataría de un empleado del supermercado.
Pablo Marí está cedido en el Monza desde el Arsenal. El director deportivo del club italiano propiedad de Silvio Berlusconi, Adriano Galliani, se trasladó al recinto asistencial y habló de la situación del defensa en la cadena Rai: “El jugador presenta una herida bastante profunda en la espalda, penetrante, pero que no tocó órganos vitales como pulmones. No tiene riesgo vital. Me dicen que se debe recuperar bastante rápido”.
“Tiene músculos lesionados, pero no es muy grave. Está consciente y le están dando puntos en un quirófano. Pero, repito, no es una amenaza para su vida”, añadió el dirigente.
El técnico de los Gunners, Mikel Arteta, también comentó la situación, luego del partido de Europa League contra el PSV: “Me acabo de enterar. Sé que Edu (el director deportivo) ha estado en contacto con sus familiares. Está en el hospital, pero parece que está bien”.