Swiatek, Murray, Rune, Jarry y más: apariciones fugaces en Australia
Una lista con los nombres estelares que se quedaron fuera de manera prematura en el primer grande del año.
Ya sea por sus puestos en el ranking o por el peso de sus nombres en la historia del tenis, el Abierto de Australia tuvo a un puñado de jugadores que se despidieron de manera prematura de sus canchas. Nombres estelares que se quedaron fuera del primer Grand Slam del año antes de llegar a la semana segunda semana y antes rivales que estaban por debajo de su estatus en el papel.
Es en ese grupo que aparece el nombre de Nicolás Jarry (18° ATP). El chileno fue uno de los dos preclasificados varones que fueron eliminados en la primera ronda del Open de Australia, tras un partido maldito ante el jugador proveniente de los clasificatorios, Flavio Cobolli (100°). El 18 del mundo no supo cerrar el encuentro con su servicio en el quinto set y sepultó las ilusiones nacionales de ver a la raqueta número uno en instancias importantes. “Hay muchos cambios en este inicio de año. Cambios que requieren tiempo, requieren adaptación, paciencia y hay mucha incertidumbre. Tengo que seguir trabajando y no cambiar la línea de todas las adaptaciones que estamos haciendo. Confiar en ello y poco a poco me iré sintiendo mejor y serán partidos donde puedo ir mejor”, fue una de las reflexiones del chileno, quien dejó la ciudad de Victoria sin puntos y sabiendo que no podrá replicar la marca de 2023 donde ganó partidos en todos los Grand Slam de la temporada.
Si ya saltamos al plano internacional hay dos jugadores que pese a no ser favoritos en sus duelos, se llevaron las portadas por sus derrotas en los primeros días. Se trata de Andy Murray (44°) y Naomi Osaka (831° WTA). Mientras el escocés sigue en ese periplo extenso por volver a estar entre los mejores, la japonesa vivió recién su tercer partido tras un parón de más de un año por maternidad. Realidades distintas pero que al menos en Melbourne terminaron de la misma forma: con una despedida en primera ronda.
Lo de Osaka es solo un paso más en su retorno al circuito. Brisbane y el Abierto de Australia aparecían como las primeras instancias para ir agarrando el ritmo necesario, así que de momentos no se puede hablar de batacazo ni golpe, porque tras un año fuera lo más normal es que se viera superada físicamente. Agradeció a la gente en la Rod Laver y se fue tranquila, sabiendo que quizás su prueba de fuego será en Nueva York, en el estadio donde, al igual que en Melbourne, levantó dos títulos de Grand Slam.
Para Murray en cambio todo fue sufrimiento. No solo porque perdió en sets corridos ante el argentino Tomás Etcheverry (32°), sino porque él mismo admitió que pudo haber sido un punto final. “Claramente es una posibilidad que haya sido la última vez que jugué acá. Mientras se juega el partido uno intenta controlar sus emociones, mantenerse concentrado en los puntos y todo pero cuando estás a un punto del final, no podía creer que estaba por terminar tan rápido”, declaró a corazón abierto en conferencia de prensa. El de Glasgow fue claro al decir que no hay nada decidido, para tras años luchando con esa cadera metálica y constantes recaídas, el actual 44 del mundo podría decir adiós. ¿El lugar? Probablemente Wimbledon, su casa y donde ganó dos de sus tres Grand Slam. Su retiro marcaría una huella en el tenis del siglo XXI.
Un dato no menor es que tras cuatro días de competencias el Abierto de Australia había perdido a tres top ten, todas en el cuadro femenino. Se trata de Ons Jabeur (6°), Marketa Vondrousova (7°) y Maria Sakkari (8°). En el caso de la tunecina su adiós se dio en segunda ronda, luego de perder sin apelaciones ante la rusa Mirra Andreva de 16 años quien llegó hasta cuarta ronda. Fue 6-0 y 62 en apenas 54 minutos. La campeona de Wimbledon 2023 en cambio perdió en primera ronda tras caer ante la ucraniana Dayana Yastremska por 6-1 y 6-2.
La griega por su parte fue la última eliminada de la primera noche de miércoles en Melbourne. De manera de sorprendente cayó por doble 6-4 ante la rusa Elina Avanesian (74°).
Después eso sí vendría el golpe más sorprendente para el cuadro femenino: la número uno del mundo, Iga Swiatek. La polaca (ganadora de cuatro grandes) se quedó sin chances en tercera ronda, evidenciando que las canchas rápidas de Australia son unas de las que más le cuestan. Pese a haber alcanzado las semifinales en 2022, sus experiencias en Victoria aún no logran replicar sus actuaciones en París y Nueva York. Wimbledon es otra tarea pendiente para la tenista europea, que durante el certamen mostró ciertos problemas en su rodilla derecha.
Si de top ten se trata, tampoco puede quedar fuera Holger Rune, quien pese a ser el número ocho del mundo, también abandonó el cuadro de Melbourne antes de la primera semana. El campeón del Masters 1000 de París en 2022 quedó eliminado en segunda ronda frente a la gran sorpresa del evento, el francés Arthur Cazaux.
El último nombre de esta lista no alcanzó a debutar en Melbourne Park, pero aún así su ausencia fue un hito negativo para el torneo. Rafael Nadal solo llevaba un par de horas en la ciudad del sur de Australia cuando lanzó por redes sociales la bomba: “Ahora mismo no estoy preparado para competir al máximo nivel de exigencia en partidos de cinco sets. Vuelvo a España para ver a mi médico, recibir tratamiento y descansar”.
Fue culpa de un microdesgarro que sufrió en Brisbane, en apenas su tercer partido tras el retorno más esperado del último año. El 22 veces ganador de Grand Slam esperaba volver a decir presente en el torneo que ganó en dos ocasiones (2009 y 2022) y donde sufrió la complicación física que lo terminó dejando 15 meses sin jugar un partido oficial, pero todo quedó en nada. Ahora trabaja para volver presuntamente en el ATP 250 de Doha. Después una exhibición ante Carlos Alcaraz en Las Vegas y el Masters 1000 de Indian Wells. Si no hay problemas en Estados Unidos, su siguiente pasó sería la gira de polvo de ladrillo europea.
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