Alejandro Tabilo (144°) no pudo consagrarse en Córdoba, a pesar de tener tan cerca su primer título. El tenista nacional perdió en una disputada y reñida final ante español Albert Ramos-Viñolas (44°) por parciales de 6-4, 3-6 y 4-6, culminando un torneo igualmente positivo para él. A pesar de que Jano no puedo levantar su primer título de torneo ATP, dejó con una muy buena sensación.
Un certamen en el que empezó desde abajo, desde las qualys, y al que llegó a la final como convidado de piedra, dejando a su paso a cinco argentinos y sacando ronchas a un público que vio en el nacional un verdugo constante.
Anteriormente, el tenista nacional había logrado, a fines del año pasado, ganar el Challenger de Guayaquil. Y es que el nivel de Jano durante el torneo ha sido muy alto. Incluso, en semifinales dio cuenta del favorito del certamen, Diego Schwartzman (14°), en dos sets: 6-3 y 7-6(6).
Y la final, al igual que el encuentro anterior, no fue fácil. Especialmente en el ambiente, ya que desde un inicio el público le hizo saber a Jano que estarían con el español. Recelando de la presencia del chileno, la gente silbaba a Tabilo cada vez que podía. Por contrapartida, cada pelota buena del europeo era aplaudida con ganas por la fanaticada argentina.
En cuanto al partido, Tabilo partió sacando. El primer punto se alargó un poco. Se notaba un poco tenso a Jano en su servicio. Sin embargo, recurrió a su mejor repertorio para hacerse con el primer juego y, así romper el hielo en la arcilla cordobesa.
Y a partir del segundo juego se percibía que el encuentro estaría difícil. Tanto así que, después de un largo tercer game, el español logró quebrar el servicio del chileno. En esos momentos, estaba compleja la situación para un Jano que no encontraba las respuestas.
No obstante, en el sexto game Tabilo despertó. De ahí en más, empezó a exhibir su mejor repertorio, lo que le llevó a quebrar en el décimo juego al Ramos-Viñolas y, en 54 minutos, logró ganar la primera manga por 6-4.
La segunda manga comenzó de buena forma para Jano. Ganando su servicio, ya en el segundo juego logró quebrarle a un Ramos-Viñolas que no entendía lo que sucedía en la arcilla de Córdoba. Pero, como quien se aferra a la vida, el europeo pudo quebrar el servicio de la segunda raqueta nacional y así igualar las cosas.
Por momentos, la segunda manga se convertía en una batalla. Ambos tenistas se aferraban a su juego para ganar puntos clave y mantener sus servicios. Sin embargo, el séptimo game fue una piedra en el zapato para Jano, quien no supo aprovechar la ventaja y terminó con su juego quebrado. Así, el ibérico se colocaba 4-3 arriba.
Tabilo estaba forzando algunos tiros, lo que le impedía asegurar los puntos. Tanto así que en el noveno juego Jano no pudo sostener más y el europeo le quebró para llevarse definitivamente la manga por 6-3.
El último parcial comenzó con un Tabilo enfocado, recobrando las mejores sensaciones exhibidas durante su periodo en Córdoba. Sin embargo, tenerlo tan cerca le fue perjudicial, pues lo perdió de manera increíble tras estar 4-1.
En cuanto al set, Jano pudo quebrarle el juego al inicio al español, quien se mostraba frustrado con el juez del compromiso. Y en el game siguiente, pudo corroborar lo hecho y ponerse 2-0.
Y estuvo cerca de quebrarle nuevamente al ibérico, quien pudo salvar tres break points. A esa altura, el nivel exhibido en Córdoba era muy alto. Pero Jano estaba para grandes cosas en Argentina y, en el quinto juego, le rompió el servicio a su contrincante para ponerse 4-1. Segundo break del chileno en la tercera manga. Luego, sin embargo, no ratificó y Ramos-Viñolas le ganó el servicio.
La tercera manga, eso sí, no iba a ser fácil. Ramos-Viñolas se aferraba a la vida y, en el octavo game, recuperó el terreno perdido quebrándole al chileno e igualando las cosas 4-4. De ahí en más, se disputo codo a codo, con un europeo que volvió a sentir el partido y a desplegar un tenis de gran nivel.
Tabilo, un tanto desorientado, trataba de hacer pie desde el fondo de la cancha. Con un público hostil que nunca le perdonó que eliminara al Peque de la competencia. A esa altura, los cordobeses estaban con rabia con Jano por eliminar a su favorito.
Y fue justamente donde el ibérico encontró su mejor tenis, quien provocó los errores del nacional, para llevarse la tercera manga por 6-4 y, con ello, el título cordobés.
De esta forma, Jano pudo encontrar su juego y un nivel que lo coloca y confirma como la segunda raqueta nacional. Ahora, tiene camino para seguir creciendo y buscando un ansiado título ATP. Si no fue Córdoba, podrá ser en Chile u otro lugar. Pero nada lo alejará de querer asentarse de forma definitiva en la élite del tenis mundial.