Colo Colo tendrá, este miércoles, un duro desafío cuando visite al Palmeiras, por la revancha de los cuartos de final de la Copa Libertadores. Para seguir en carrera y meterse en la semifinal continental, el cuadro albo deberá remontar el 0-2 sufrido en el compromiso de ida, disputado hace dos semanas en el estadio Monumental. El momento del conjunto albo, sin embargo, no invita a la ilusión. Los de Héctor Tapia registran cinco derrotas consecutivas y la confianza de todos parece decaer.

Hoy, sin embargo, Héctor Tapia expresó su convicción. Con un discurso claro (que en todo caso no coincidió con su rostro compungido), el estratega aseguró que sigue confiando en su trabajo y en sus futbolistas. "El partido de ida fue demasiado castigo para nosotros, por la forma en que se dio. Generamos ocasiones para emparejar el partido, pero no conseguimos encontrar el último toque que nos permitiera el empate. Estamos condicionados. Pero nuestro argumento son nuestros jugadores, nuestro equipo. Cada partido es especial. Hemos tenido malos resultados en los últimos partidos, pero no hemos jugado mal. Apelamos al trabajo de grupo y a las individualidades para sacar adelante un partido que no está fácil, pero lo vamos a pelear", dijo el DT.

Según el juicio del estratega, "las críticas son normales, y más cuando hay varias derrotas seguidas". Lo importante, estima, es que el club albo está en esta fase de la Copa "porque se lo ha ganado legítimamente. Después pensaremos en el torneo, donde también tenemos que ganar para acomodarnos en la posición en la que estamos", puntualizó durante esta jornada en conferencia de prensa, en Sao Paulo.

"Cuando asumimos, el club se encontraba en una etapa especial. Sabíamos que el trabajo no iba a ser fácil. Teníamos un punto en la Copa y estábamos a diez puntos del puntero en el tornero. Ha ido pasando el tiempo y lo que nos dio la convicción fue la respuesta de los jugadores", aseveró también Tapia. "Eso es lo que nos da fuerza y credibilidad en lo que se está haciendo. Sabemos cuál es la capacidad que tenemos. Y esa capacidad nos tiene hoy disputando esta fase contra uno de los mejores equipos de Sudamérica", acotó.

"Estoy firme. Estoy bien. Creo en mi trabajo y en mi equipo", arguyó, confiado, ante la consulta sobre su estado de ánimo. "Este grupo logró algo que no se obtenía hace mucho tiempo. No es fácil lograrlo y nosotros le damos mucho valor", afirmó, ensalzando los méritos de su equipo. Y cerró entregando las claves del duro compromiso ante el Verdao: "Vamos a tratar de hacer el partido que tenemos que jugar. Hay que dar vuelta la llave. No digo que vamos a ir con siete u ocho hombres en ataque. Tenemos noventa minutos para dar vuelta la serie. Hay que hacerse sólido y aprovechar las ocasiones que nos podamos crear. Hay que dominar el partido. Es poco probable que salgamos a defendernos con uno. El orden nos va a permitir estar fuertes. Hay que analizar todas las variantes antes de decidir cómo parar el equipo".