En total, para estos Panamericanos Chile viajará con 68 entrenadores en su delegación. Algunos de vasta trayectoria, éxitos mundiales y olímpicos con otras naciones. Otros, en cambio, recién comienzan a hacerse un nombre en esta cita continental. Los técnicos del Team Chile tienen de todo. Son siete mujeres, 61 varones, la mayoría locales, con un promedio de 47 años y un tercio extranjeros.
Anita Lecumberri (52), la entrenadora del triatlón, por ejemplo, es una de las que más tiempo lleva participando junto al Team Chile. Aunque es entrenadora del club de triatlón UC, su semillero ha sido tan potente en la selección chilena que casi siempre ha debido tomar las riendas del equipo de triatlón nacional. Formadora de todos los grandes exponentes de la disciplina no irá sola. La acompañan el experimentado Sergio Aguayo (62) y el joven Marcelo Urzúa (30).
Felipe Leal, en cambio, se bajó del podio de Toronto con un oro en remo para ahora debutar como entrenador y uno de los escuderos del veterano Bienvenido Front. El veterano entrenador, de 66 años, llegó hace seis años atraído por el proyecto que Neven Ilic le propuso: llevar a Chile a ser una potencia en el deporte de las palas. Poco a poco lo está consiguiendo. Un oro, la plata y el bronce en Toronto; el título Mundial Sub 23 de las mellizas Abraham en 2017; el bronce el Mundial Sub 23 de 2018 y los ocho oros y seis platas en Cochabamba respaldan su trabajo. 10 victorias de primer nivel.
Entre los jóvenes, destaca Mario Saldías (36 años). El entrenador temuquense tiene un verdadero nido de lanzadores en la capital de La Araucanía. Junto a Gabriel Kehr y Humberto Mansilla prometen dar una interesante pelea en el lanzamiento del martillo, prueba en la que Kehr es el actual monarca sudamericano. Además, la juvenil Mariana García acabó finalista en las recientes universiadas de Nápoles.
El español Mateo Garralda (56) es otro que ha llegado a iniciar una revolución. La hace en el balonmano. Fue después de Toronto, mientras era ayudante técnico de Puerto Rico, cuando comenzó a fraguarse el proyecto que hoy tiene a Chile, de a poco, escalando posiciones en Mundiales y afirmando al país como una de las tres potencias continentales. Figura imponente, campeón del mundo y doble medallista olímpico junto a su selección, su trabajo además ha ido de la mano de un ardua labor formación de nuevos talentos. Así, las selecciones juveniles de Chile están comenzando a aportar recambio a la selección adulta.
Otro que sabe de medallas para Chile es el argentino Daniel Garimaldi. Respetado al otro lado de la cordillera y considerado durante años como uno de los entrenadores referentes de la natación transandina, logró llevar a Kristel Köbrich a transformarse en la referencia obligada del deporte en Chile. Eso sí, él solo se dedica a entrenar atletas con reales posibilidades de entrar a Juegos Olímpicos, no a cualquiera.
El brasileño Paulo Moreira da Costa, más conocido como Paulao, es otro que viene encaminando un buen proyecto. Desde que tomó al equipo nacional de vóley playa, a mediados de 2018, ha comenzado a buscar nuevos exponentes de la disciplina, pero es con los primos Marco y Esteban Grimalt con quien más se nota su mano. Plata en Río 2016 con el equipo de Italia, el ex voleibolista ha conseguido motivarlos para llegar incluso a ganar una fecha de Copas del Mundo, la de Abu Dhabi en marzo pasado. Eso sí, antes, Eduardo Garrido formó al binomio nacional desde 2012 a 2017.
Llegan cuestionados
Difíciles momentos atraviesan dos disciplinas. La más golpeada hasta ahora es el ciclismo. Con una federación en completa anarquía, y con dos de sus seleccionados panamericanos obligados a despedirse de Lima por casos de dopaje, Rafael Aravena y Pilar Gallardo llegan esperanzados solo en lo que puedan hacer Antonio Cabrera y Felipe Peñaloza en la Madison. Su proyecto inició con fuerza este año, pero los escándalos que han rodeado el proceso mantienen todo viciado. Serán evaluados al regreso.
Y Giorgi Panchev, el búlgaro del levantamiento de pesas, finalmente debió olvidarse de una de las dos medallas que llevaba proyectada. La sensible baja de Arley Méndez por una fractura por estrés en la tibia de la pierna derecha acabó con el sueño Panamericano del cubano nacionalizado chileno. Su momento no es el mejor Pese a que con él se consiguieron dos históricos campeonatos mundiales la halterofilia, sufre con la lesión de su principal emblema. Evalúa bajar de categoría a Méndez y dejarlo en -81 kilos, justo a un año de que comience Tokio 2020. Decisión arriesgada, pues, deberá volver a acostumbrar al a competir en una categoría muy distinta a la que estaba ensayando (-96), y con la urgencia de acumular buenos resultados para conseguir la clasificación olímpica. El Mundial de Tailanda, en septiembre, será su gran prueba. Por ahora, puede respirar confiado en Fernanda Valdés.