La dinastía Jarry todavía no termina de competir en París. El más conocido es Nicolás, quien fue el abanderado de Chile en los Juegos Olímpicos y participó en singles y dobles en el tenis, donde tuvo que jugar con los efectos de una neuritis vestibular que lo dejó muy complicado. Sin embargo, en la capital francesa también está su primo, el atleta Martín Sáenz de Santa María Jarry, quien debutará este domingo (05.10) en los 110 metros vallas.
“En mis inicios en la vallas a mí me introdujo en la disciplina Óscar Butazzonni, que fue un profesor y entrenador de mi colegio, el Everest. Partí entrenando en el segundo semestre de sexto básico y se me dio bastante bien, porque hacía salto largo y salto alto y corría cuando chico. Entrenamos todo ese semestre y en el interescolar final, en noviembre, gané los 60 metros vallas. Y ahí me enamoré y dije ‘guau, esto es para mí'. Me gustó ganar”, cuenta a El Deportivo desde París.
“La verdad que encuentro súper entretenido el hecho de que siempre tienes algo que mejorar, nunca te va a salir perfecto. Es choro alcanzar esa perfección. Y de ahí empecé a competir por la Católica, por Chile, conocer gente... Se te abre un mundo en el que ya estoy inmerso hoy en día y del cual puedo disfrutar”, agrega.
A sus 23 años, será el primer vallista en correr en unos Juegos Olímpicos desde que lo hiciera Carlos Zbinden en Sídney 2000. “Mis aspiraciones en París son ojalá quedar en una semifinal, que son los primeros 24. Para eso, tengo que correr bien rápido y hacer mi mejor marca. La hice hace bien poco, en julio, y haciéndola debería quedar en una semi, por estadística. Me siento bien para hacer eso”, anticipa el dueño del récord chileno de la modalidad.
Eso sí, también es aterrizado en cuanto a las expectativas. “Meterse a una final, siendo realista, es muy difícil. El nivel este año está altísimo. Yo creo que la final va a cerrar en 13.20 el octavo y está bien por debajo de mi mejor marca. Ojalá correr con un 13″30 o 13″40 y con eso me voy más que contento y finalizamos un año más que increíble”, confiesa.
El vínculo familiar
Martín Sáenz de Santa María y su primo coincidieron en París, donde pudieron compartir la experiencia de sus primeros Juegos Olímpicos. “Mi relación con el Nico es buena, es linda. Cuando estamos juntos, la verdad que es una relación muy cercana, podemos hablar casi de cualquier cosa, pero no nos vemos mucho. Entonces, no mantenemos mucho el contacto. Nos llevamos bien, tenemos una filosofía muy parecida. Es un tipo bien tranquilo, bien alegre y así son las personas con que me gusta estar. Da buenos consejos, se preocupa el resto. Me encantaría que, ya cuando más grandes, podamos compartir más y conocernos más, pero hoy en día es una relación bastante buena”, reflexiona.
La presencia de ambos en la cita de los anillos también revolucionó a su círculo: “Como familia, el hecho de que haya dos primos en unos Juegos Olímpicos es bien emocionante, están todos súper orgullosos. Nos han mandado hartos videos de saludos, varias felicidades, están todos bien expectantes ahí. Nuestro abuelo estaría súper orgulloso. Es lindo y bien especial, la verdad. Los Jarry siempre hemos sido muy unidos y sé que en Chile están bien felices por nosotros dos”.
En cuanto a las emociones de tener un primo abanderado en la ceremonia inaugural, Martín valora lo ocurrido. “Estuvo muy lindo. A Nico lo vi con la bandera, disfrutando. Yo también estuve disfrutando por mi lado, viendo todo el show y toda la gente saludando, todas las banderas de Chile, todos los ceacheís. Fue bien emocionante, me dejó lleno de energía y con el corazón bien lleno para afrontar estas semanas”, recalca.
Este domingo, el nombre de Martín Sáenz de Santa María Jarry tendrá su estreno olímpico en la imponente ciudad de París.