"¡Me dispararon! ¡Ayúdenme! ¡Nos balearon afuera! ¡Hay más heridos!", grita un desesperado hincha de la U, que viste una polera blanca ya ensangrentada, mientras corre hacia el edificio corporativo de Azul Azul. En el primer piso, en el sector de camarines, los paramédicos del club les brindan atención necesaria a las víctimas. Los gritos rompen la tranquilidad habitual del club.

Son las 12.45 en el Centro Deportivo Azul. Rodrigo Echeverría acaba de finalizar su conferencia de prensa. Al mismo tiempo, una treintena de fanáticos se retira de una cancha secundaria, luego de participar de la práctica abierta que dirigió Frank Kudelka. Hasta ese momento, todo se realizaba en absoluta normalidad.

Nada hacía presagiar los minutos de terror que se vivirían momentos después en el portón de acceso al complejo deportivo estudiantil. Desde un vehículo que transitaba por la Avenida El Parrón se efectuaron cuatro disparos, que dejaron a tres hinchas de la U heridos en la espalda y las piernas. El momento fue tenso, pues, además, algunos de los aficionados las emprendieron contra los periodistas reunidos en el recinto.

Los gritos de desesperación obligaron a la seguridad del club a abrir el portón para resguardar a los fanáticos, entre los que se encontraban varios niños, mientras gritaban por ayuda médica. Efectivos de Carabineros se hicieron presentes masivamente en el lugar para comenzar a indagar los motivos, sin embargo, de acuerdo a los mismos involucrados, todo se generó por una disputa entre barras, con algunos integrantes de la Garra Blanca (ver página 24).

Matías Rodríguez fue uno de los testigos de la balacera; justo se encontraba firmando autógrafos: "No voy a hablar hasta cuando lo haga con la gente de la U y Carabineros. Me lo pidieron desde el club. Solo te puedo decir que estoy bien, estoy tranquilo. Fue un gran susto, pero ya pasó. No se vive algo así todos los días", dijo a La Tercera.

El altercado alteró todo el orden del club. Pablo Silva, director ejecutivo, abandonó el consejo de presidentes que se realizaba en la ANFP, en la sede de Quilín, para prestar colaboración a la policía. "Universidad de Chile rechaza todo lo que sucedió afuera de su centro deportivo. Lo condenamos. Estamos poniendo todos los antecedentes de los que tenemos conocimiento a Carabineros y la PDI para que inicien la investigaciones correspondientes. Cosas que suceden fuera de nuestro centro de entrenamiento, lamentablemente, no podemos hacernos responsables", dijo el dirigente. "Había hinchas dentro del CDA una vez que sucedieron estos hechos. Ingresamos a los heridos, era nuestro deber como ciudadanos brindarle ayuda a tres heridos que estaban fuera. Algunos eran familiares de estos heridos que estaban prestando declaraciones a Carabineros. Ahora veremos qué pasa con esos casos", agregó. De paso, la mano derecha de Carlos Heller se restó de los dichos de Johnny Herrera, que atribuyó la autoría de los disparos a hinchas de Colo Colo (ver secundario): "Esto es parte de una investigación que se esta llevando a cabo. Por lo tanto, sería irresponsable de nuestra parte entregar una hipótesis", cerró.

El Mayor de Carabineros Miguel Calderón entregó detalles de la operación: "Todo esto se genera después del entrenamiento con público de Universidad de Chile. A la salida, tres hinchas resultaron heridos a bala por un individuo que escapó en un vehículo", detalló el policía. "Estamos investigando para determinar las causas. Ninguno de los heridos tiene peligro de muerte. Esto ocurrió afuera del recinto por lo que escapa al control del club", agregó.

Desde la ANFP, en tanto, ya empezaron a pedir antecedentes. A través de un comunicado aseguraron que esperan que los responsables de los hechos reciban "duras sanciones", además de explicitar que, como ANFP, consideran "gravísimo que delincuentes usen como excusa al fútbol para atentar contra la vida de otras personas".