El fútbol chileno cambia la estrategia para detectar el coronavirus. El peligro de contagios masivos, como los que afectaron a varios clubes en la temporada anterior, no ha disminuido. Al contrario, el surgimiento de la variante ómicron, menos letal, pero altamente contagiosa, obliga a actualizar la forma en que se buscará enfrentar el principal fantasma que acechó a los clubes en la última temporada, con resultados decisivos incluso para la definición del título.
La Comisión Médica de la ANFP propuso un cambio trascendente. La prueba de PCR, cuya negatividad constituía el aval para que un futbolista pudiera ser considerado como elegible en los encuentros, cederá en importancia frente al test de antígenos, que igualmente detecta la presencia del mal y que ha demostrado una alta efectividad para ese propósito.
Hay varias razones que explican el cambio. El aspecto económico es uno de ellas, pues se trata de una alternativa más barata que la que se exige actualmente. Sin embargo, la efectividad y la eficiencia de la prueba son las fundamentales. La rapidez para obtener los resultados, pues en 15 minutos ya se puede contar con una definición respecto de un eventual contagiado y del riesgo de que el caso se replique en un plantel, con las nefastas consecuencias que ya se observaron en la última temporada, es lo que más seduce.
“Un camino justificable”
Felipe Rojas, médico de O’Higgins y ex integrante de la Comisión Médica de la ANFP, valida el cambio. “En el fondo, en las grandes ligas del mundo se está cambiando el PCR por el examen de antígenos. En caso de salir un jugador con antígeno positivo se debe corroborar con un PCR. En Chile se aplica el criterio de que sea un PCR o antígeno en un centro hospitalario al alero del Servicio de Salud. Los test de antígenos son altamente efectivos: en un paciente sintomático tienen una 90 por ciento de certeza”, sostiene el profesional.
La rapidez de los resultados es un elemento determinante. “Los test de antígeno se pueden practicar 48 horas antes al partido y el resultado se conoce en 15 o 20 minutos. Hay cuatro test de antígenos reconocidos para efectos del fútbol. Es un camino justificable. Hoy por hoy, es la mejor opción, porque al demorar menos tiempo se pueden aplicar más cerca del partido. Es información más certera y cercana”, establece Rojas.
Hay otro argumento que también resulta clave: se trata de un examen de mayor disponibilidad. “No en todo el país se pueden aplicar pruebas de PCR y ese, efectivamente, era un inconveniente. En El Salvador y Santa Cruz, por ejemplo, había problemas de disponibilidad. Ahora será más fácil tener un kit de test de antígenos”, avala el facultativo.
Protocolos igual de exigentes
Lo que no variará será el nivel de exigencia a los clubes en términos de protocolos preventivos. La consigna es que el fútbol no puede bajar la guardia frente a la principal amenaza que ha recibido en el último tiempo. Así, por ejemplo, los planteles seguirán viajando en buses separados, para mantener el distanciamiento entre sus integrantes. Además, el acceso al sector de vestuarios y el campo de juego se mantendrá limitado para personal especialmente autorizado y que cuente con el chequeo respectivo y el consiguiente resultado negativo.
En el caso de las concentraciones, se mantendrá la exigencia de que los integrantes ocupen habitaciones individuales y de que solo abandonen el respectivo recinto para desplazamientos vinculados al partido.
A nivel personal, en cambio, los clubes están impedidos de establecer normas de comportamiento y deben seguir confiando en la responsabilidad de los jugadores en cuanto al cuidado.