El Caso Negreira vuelve a complicar al Barcelona. Luego de que José María Enríquez Negreira, quien fuera vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros y recibió más de siete millones de euros del club azulgrana por la elaboración de informes arbitrales, entre otros asuntos; ahora es otra la arista que reenciende la polémica.
El Confidencial reveló que un árbitro había confesado pagos en negro al hijo de Negreira, Javier Enríquez Romero, acusado de lavado de dinero en la misma causa.
Santiago Jaime Latre, quien fuera árbitro de Primera División entre 2014 y 2022 y que ahora forma parte del equipo VAR, describió cómo funcionaba el servicio de coaching de Enríquez Romero, quien reconoció ante Hacienda que había cobrado del Barça por acompañar a los jueces a su llegada al Camp Nou. Además, facturaba por impartir entrenamiento a diferentes árbitros.
Latre aseguró que contrató los servicios de Enríquez Romero al que conocía de las reuniones a las que había asistido en la sede de la Real Federación Española de Fútbol.
“Sabía cómo trabajaba, conocía a otros compañeros que lo habían contratado y, como no conocía a otras personas que se dedicasen a ello, pues decidí contratarlo”, declaró Latre, tal como como recoge el informe de la Guardia Civil.
En las diligencias del Juzgado número 1 de Barcelona, que dirige el magistrado Joaquín Aguirre, aparecen un total de siete transferencias de 200 euros de una cuenta de Jaime Latre a una de Enríquez Romero. El pasado 27 de julio el colegiado reconoció esos pagos.
Asimismo, el sumario recoge que los árbitros de Primera y Segunda Javier Alberola Rojas, David Medié Jiménez, Óliver de la Fuente Ramos, Iñaki Vicandi Garrido, Carlos Calderiña Pavón y Álvaro Moreno Aragón también realizaron pagos por esos servicios de coaching entre 2016 y 2019.
“Mucha gente le pagaba así”, dijo Latre en su declaración. Pagos que eran paralelos a los que el Barcelona ya abonaba a Negreira e hijo entre 2001 y 2018 (más de 7 millones de euros) por servicios de asesoría y diversos informes.
Autos de lujo y Karaoke
La investigación ha confirmado, además, la existencia de cenas de árbitros organizadas por el clan Negreira en un bar de su propiedad en Barcelona cuando acudían al Camp Nou para dirigir partidos del Barça como local.
En la misma pesquisa se estableció que los jueces acababan en un karaoke con el mandatario arbitral, además de desplazamientos “en coches de lujo” por la ciudad a cargo de Javier Enríquez Romero. La información apunta a que los árbitros no se negaban a ese acompañamiento al porque era “el hijo del jefe”.