Theo Hernández es, a estas alturas, un héroe en Francia. El defensor del Milan anotó el gol que abrió la victoria sobre Marruecos, que instaló a los galos en la final del Mundial. Una vistosa tijera luego de un rebote desató la celebración. No es menor. Con la conquista, terminó rápidamente con la incertidumbre que les generaba a los dirigidos por Didier Deschamps tener enfrente al equipo africano, que con propiedad puede lucir el rótulo de sorpresa del torneo. Demoró exactamente cinco minutos en conseguir ese propósito.
Una jugada asociada le permitió al zaguero del equipo rossonero abrir el marcador. Y no solo eso. También instalar su apellido en la historia, un logro que no pudo disfrutar plenamente su hermano, Lucas, también defensor, quien se lesionó gravemente en el partido frente a Australia. La rotura que sufrió en el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha lo obligó a salir del campo frente a los océanicos. A Theo le correspondió, precisamente, la responsabilidad de sustituirlo.
Hoy, naturalmente, celebra. “Es increíble. Jugar dos finales seguidas es increíble. Hicimos un gran trabajo, fue duro. La final contra Argentina, sabemos que va a ser un gran partido, vamos a trabajar duro para ganar esta final. Tengo un gran pensamiento para mi hermano, espero que esté allí. Es increíble, lo voy a disfrutar con mi familia, todos los jugadores y el entrenador también”, dice, después de la victoria sobre Marruecos.
Made in España
Theo Hernández es francés de nacimiento. Su registro consigna el 6 de octubre de 1997 como el día en que vio la luz. Y agrega que su existencia comenzó en Marsella. Sin embargo, como futbolista, su vínculo con su tierra natal es escaso. De hecho, a nivel de clubes jamás ha jugado en su país. La historia evoca la de Mauricio Isla, quien solo en la recta final de su trayectoria, con 34 años, llegó a Universidad Católica, el club que lo había formado, para debutar en el fútbol chileno.
Fue en España donde se formó y explotó como jugador. El Rayo Mahadaonda lo acogió en sus comienzos. El primer gran salto lo puso en las categorías menores del Atlético de Madrid, donde integró la filial que competía en la Tercera División del balompié ibérico y alcanzó a ser convocado para un encuentro del primer equipo, aunque no debutó para la escuadra colchonera. En ese proceso, fue cedido al Alavés.
Su crecimiento fue meteórico, pues bastó una temporada para que el Real Madrid pusiera sus ojos sobre él. Y también su poderosa billetera: se lo llevó a cambio de US$ 25 millones. En los merengues alcanzó a disputar 23 partidos. Como no convenció plenamente, fue cedido a la Real Sociedad, donde actuó en 28 encuentro y recuperó su mejor versión.
La decisión crucial
En la siguiente campaña, comenzó a defender al Milan, donde alcanzó la consolidación definitiva. Ya lleva cuatro años siendo un bastión de la zaga del equipo italiano. Acumula 140 partidos y ha convertido 22 goles, una cifra considerable dada su condición de defensor. Añade, además, 21 asistencias y, lo más significativo, el Scudetto de la reciente temporada. El único título local que había celebrado antes, a nivel de clubes, había sido la Supercopa de 2017, con los merengues. Internacionalmente, agregó la Supercopa y el Mundial de Clubes en 2017 y la Champions League del año siguiente, todos con la Casa Blanca. Con Francia, se consagró en la Nations League de 2017. A nivel individual, fue distinguido como parte del Equipo Revelación de la UEFA en 2017.
El destino pudo ser distinto para Theo Hernández a nivel de selecciones. Aunque en su etapa formativa siempre defendió al combinado galo, en 2017 no se presentó para integrar el equipo que intervendría en el Europeo Sub 21. Esa determinación alimentó una serie de versiones, pues por esos días el jugador estaba tramitando la nacionalidad española.
Las dudas se disiparon tiempo después. En 2021, ya decidido a defender a Les Bleus, tuvo la oportunidad de estrenarse como seleccionado adulto. Lo hizo el 7 de septiembre, en la victoria sobre Finlandia, por las Eliminatorias. Su elección, a la luz de las circunstancias, fue la correcta.