El tenista, para muchos destinado a ser el próximo número uno del mundo, Alexander Zverev sacó bandera blanca ante un torbellino austríaco llamado Dominic Thiem, que selló contundentemente su paso a las semifinales de Roland Garros, donde ahora le espera el ganador del partido entre el serbio Novak Djokovic y el italiano Marco Cecchinato.
El austríaco se mete por tercera vez consecutiva entre los cuatro mejores tenistas de la arcilla parisina tras propinar una auténtica paliza al alemán, que sufrió problemas físicos, por 6-4, 6-2 y 6-1 en solo una hora y 50 minutos.
Aunque el tercer jugador del ránking puede esgrimir molestias en su muslo izquierdo, para las que pidió asistencia médica en la segunda manga, el partido de este martes reflejó las diferencias de velocidades de ambos jugadores en un Grand Slam.
Thiem, considerado el principal oponente del defensor del título, Rafael Nadal, fue lúcido en su estrategia y preciso en los golpes importantes, mientras que su rival se salió del encuentro cuando cedió su potente saque en el séptimo juego del primer set.
Zverev, de 21 años, acumulaba en las piernas casi once horas en la cancha -resolvió las tres últimas rondas en cinco sets- y su oponente no ignoraba ese dato.
En el inicio de la segunda manga, cuando logró contrarrestar el poderoso juego desde el fondo de la pista de su contrincante, el austríaco movió a su antojo al joven alemán, quien físicamente acabó pagando el esfuerzo atrasado