En su retorno al circuito, Christian Garin parecía comenzar a levantarse y recuperar el nivel con el que comenzó el año. Pero en Viena, se topó frente a una muralla. Dominic Thiem, que vive el mejor momento de su carrera, frenó de golpe las pretensiones de Gago, derrotándolo por 6-3 y 6-2 en una hora y cinco minutos de juego.
En su casa, con su gente, y con un nivel superlativo, el pupilo de Nicolás Massú se hizo rápidamente de los hilos del duelo. Movió la pelota como quiso, complicando a un apagado Garin, que veía como el tres del mundo lo pasaba por al lado.
Pese a estar sin un entrenador que le entregará las luces para revertir el resultado, el ariqueño siempre dio pelea, aunque no consiguió quebrar nunca. Por el contrario, los errores no forzados y las imprecisiones fueron parte de su repertorio, por el que finalmente terminó cayendo.
Ahora, Thiem enfrentará al ruso Andrey Rublev (8°) por los cuartos de final, mientras que Garin preparará rápidamente las maletas para volar a París, donde disputará el Master 1000 de la capital francesa.