No la tuvo fácil Dominic Thiem en octavos de final del Mutua Madrid Open. En la cancha 3 de la Caja Mágica, el número 4 del ranking ATP derrotó a Fabio Fognini por 6-4 y 7-5, confirmando ser uno de los dominadores de la arcilla moderna.
El austriaco no es el clásico jugador de Europa Central. A su afición al polvo de ladrillo, le agrega una cercanía inusitada con Sudamérica. Desde este año eligió a Nicolás Massú como su head coach, y en conversación con La Tercera no dudó en elogiar su decisión. Se le nota contento y, por eso, pese a estar enfocado en su torneo, no elude las preguntas sobre su nueva relación con Chile.
¿Qué le ha dado Massú desde que está a su cargo?
Mi juego se ha vuelto más impredecible. Tenía algunos problemas en el pasado porque tenía unos tiros increíbles desde la línea de fondo, pero tenía la sensación de que mis rivales podían leerlos, sabían dónde iba a jugar y ya estaban ahí, posicionados para responderme.
¿Y Nico resolvió eso?
Él hizo mi juego más impredecible, con más variedad y está funcionando muy bien como podemos ver.
Y también es un motivador…
Ya estoy muy motivado por mí mismo antes de los partidos, pero él me da mucha energía de afuera de la cancha. Antes de los partidos me alienta, y por ahora que estoy con él entro a la cancha en llamas.
Además sigue rodeado de latinos. Está jugando dobles con Diego Schwartzman…
Con Diego siempre fuimos muy amigos de antes de que yo decidiera contratar a Nico, pero ahora en Barcelona entrené con Garin y con Jarry en Indian Wells.
¿Y qué le pareció Garin y Jarry?
Para un país como Chile es increíble, Garin va a estar en lo top luego, sobre todo en arcilla. Va a ser un gran jugador, y Jarry también en cualquier superficie es peligroso para cualquiera. Chile tiene mucha suerte de tener a Jarry y a Garin.
¿Ya es un chileno más? ¿Le han enseñado algo?
No he aprendido mucho, nunca he estado ahí y espero visitar Chile luego. Me gustaría mucho.