Hasta el martes de la semana pasada, Thomas Rodríguez, hijo de Leonardo y hoy futbolista de La Calera, no registraba expulsiones en su carrera como jugador. Ni en Banfield, ni en Genoa, ni en Vitória Setúbal, ni en sus dos pasos por los cementeros. Ese día, todo cambió.
El volante fue expulsado por doble amarilla en el duelo de ida ante Fluminense, por la Copa Sudamericana. Y cuatro días después, ante la U y con su padre, el ex ídolo azul, en las tribunas, recibió la roja directa por una agresión a Pablo Aránguiz. Dos expulsiones en cuatro días.
Si eso ya era duro, las decisiones de los tribunales de disciplina lo fueron aún más: el martes, el ente que rige en el fútbol chileno le dio tres partidos de castigo y este miércoles, el mismo órgano, pero de la Conmebol, le dio dos fechas, además de 3.000 dólares de multa.
En total, Rodríguez se perderá cinco partidos: ante La Serena, Everton y Católica en Chile; la revancha con Fluminense y la ida de un hipotético paso a la Segunda fase del torneo continental.