La tradición indica que el martes previo a cada Masters de Augusta, hay una cena en las instalaciones del Augusta National, a la que asisten todos los jugadores y donde el campeón defensor elige el menú. La suspensión de buena parte de los eventos deportivos en el mundo, incluyendo los principales circuitos de golf, impidieron que el certamen se desarrollara esta semana, como es tradición. El primer major del año se disputa la primera semana que sea completa de abril.
Tiger Woods, el campeón de 2019, debía ser el anfitrión, por quinta vez, de esta comida. Pero las suspensiones no impidieron que el golfista apareciera en sus redes sociales manteniendo de alguna manera la tradición, al subir una foto de la cena en su casa, vestido con la chaqueta verde reservada a los campeones del Masters y acompañado de su familia, muestra también del llamado a quedarse en casa que también reina en Estados Unidos.
La cena de campeones, de todas maneras, no siempre ha sido una celebración feliz para Tiger. En 1997 el golfista Fuzzy Zoeller hizo un broma respecto del menú que elegiría Woods al siguiente año. “Ojalá no tengamos que comer pollo frito o coliflor, o lo que sea lo que ellos comen”, señaló el campeón de 1979, refiriéndose a la comida que solían comer los esclavos, a quienes se les permitía criar solo esas aves.
Años después, Sergio García hizo una broma similar. Ambos, claro, se disulparon más tarde.