Cristián Muñoz (43) reconoce que aún no sale de la sorpresa por la muerte de Diego Maradona, de quien fue compañero en Boca Juniors, a mediados de los noventa. “Nadie esperaba un desenlace así, tan rápido, tan joven. Si bien las últimas imágenes no habían sido muy alentadoras, cuando lo homenajearon en la cancha de Gimnasia, un par de semanas atrás, nadie pensaba que podía terminar así. Fue un golpe duro. Es el mejor jugador del mundo. En Argentina y el mundo se le quiere mucho. Es mi ídolo. Viví toda esa etapa del Mundial 86, de cuando estaba en el Napoli. Era muy chico y me levantaba a ver esos partidos. Fue una etapa que marcó a muchos chicos de esa generación. En Maradona veíamos un superhéroe, que era inmortal. Creíamos que nunca iba a llegar a pasar esto. Fue una noticia muy triste, terrible, que nadie esperaba”, reconoce el Tigre en el nuevo capítulo de El diván del Kily, de El Deportivo de La Tercera. No solo hablará del astro argentino. Más adelante contará de sus planes, de los recuerdos de su paso por Chile y analizará la crisis de Colo Colo y el rendimiento de Brayan Cortés en el arco del Cacique.
Esta reflexión la saco de Twitter. La semana pasada, cuando se conoce el deceso de Maradona, alguien postea que “parece que a todos se nos murió el mismo familiar”, que la pena que embarga al mundo entero tiene que ver con un ser muy querido. En su caso, es obvio, porque fue compañero de Diego, el último jugador de ese grupo que se retiró.
Es verdad. Maradona pasó a ser no solo el ídolo de los argentinos, sino de todo el mundo. Se convirtió en algo universal. Todos lo sintieron de la misma manera. Si veías las imágenes, en todas las partes del mundo la gente estaba conmovida. Eso demuestra qué es Diego Maradona, todo lo que hizo futbolísticamente, la trascendencia que tuvo. Fue un golpe duro. Tuve el privilegio y la suerte de poder compartir equipo, camarín, así que, bueno, cumplí un sueño. Nunca pensé que podía llegar a estar en un equipo con Diego. Se me dio cuando llegué a Boca, por allá por 1997. Él ya estaba en la última etapa de su carrera. Lo pude disfrutar un par de meses, hasta que se retiró.
Explíqueme qué es ser compañero de Maradona. Nosotros tenemos una visión suya mucho más lejana que la que usted disfrutó.
Fue una experiencia muy linda poder disfrutar a una supestrella como Maradona, poder admirarlo y disfrutarlo en el día a día. En aquella época, las relaciones entre los más grandes y los más jóvenes eran muy marcadas. No como ahora, que son mucho más cercanas. Y más aún con una superestrella. Mucho diálogo no había con los chicos, pero sí lo disfrutábamos. Viéndolo y por todo lo que generaba. En cada entrenamiento que se hacía en Boca había una gran cantidad de gente que iba a verlo a él. Era una locura. Nosotros, como compañeros, lo mismo, disfrutábamos de todo eso. Fue una linda etapa de mi carrera. Me pude dar el gusto de estar al lado de Maradona. Y me queda la linda sensación de que mi viejo tuvo el placer de conocerlo.
Hay una imagen que rodea a Maradona que tiene que ver con el divo, el inalcanzable, hasta el pesado. Usted vivió lo otro. El que entraba con los botines desatados a la cancha para que ustedes recibieran regalos. ¿Se benefició de eso?
No me beneficié, pero es cierto que entraba con los cordones desatados y todas las cámaras iban sobre él. Era la cara visible de esa marca. Él era muy generoso. Siempre ayudando o defendiendo al compañero, al jugador de fútbol. Todos los beneficios que podía llegar a obtener, ayudaba y mucho.
¿Y cómo era el compañero, el líder, el capitán? ¿Con qué se queda de lo que dijo?
Más que nada con lo que genera. Toda su presencia. Está en todos los detalles. Uno escucha las vivencias de otros compañeros, más que nada de la selección del 86, y todos coinciden en que era el líder, el capitán, el que estaba en todos los detalles. Que siempre tenía una palabra de aliento, que era muy competitivo. Por eso la gente lo quiere mucho. Porque cuando pifiaron el himno, los reputeó en aquella imagen muy conocida. Cuando tuvo que salir a defender a compañeros, lo hizo. Cuando tuvo que jugar con un tobillo negro, lo hizo. Todo eso generó en el hincha, en el argentino, un amor muy grande. Aparte, por lo que hizo en el campo de juego, sobre todo en el Mundial del 86 y en el Napoli. Un club que no tenía aspiraciones y que lo llevó a lo más alto. Ha hecho cosas grandísimas que quedaron grabadas en el hincha.
Usted contó en La Tercera que en su debut le toca compartir equipo con Maradona y que se dio una anécdota especial.
Hacía un par de semanas que había llegado a Boca. En la última semana antes de empezar el campeonato, se lesiona Óscar Córdoba y me toca ir al banco de suplentes. En ese partido jugaban Maradona, Caniggia. Boca era un equipo de estrellas. Nos tocó contra Newell’s. Promediando el segundo tiempo, se lesiona el Pato (Roberto Abbondanzieri), se le sale el hombro y tiene que salir. Me tocó debutar muy rápido, ganamos. Cuando terminó, me mandaron a la conferencia de prensa con Diego. Estaba muy orgulloso. No me hicieron preguntas, pero tuvo unas palabras muy lindas hacia mí, haciendo resaltar mi debut. Habló de lo bien que había atajado, que ‘el pibe había respondido’. Pocas palabras que te hacen resaltar. Tiene esa cualidad. Lo que dice te pone allá arriba. Fue un lindo momento.
En toda esta entrevista he advertido un detalle. Usted sigue hablando en presente de Maradona, dando a entender que no se ha ido.
Nos pasa a la mayoría. Que todavía no entendemos, no aceptamos su fallecimiento. Va a quedar en el corazón de todos, va a estar presente. Ya es un mito, una leyenda y bien ganado lo tiene, por todo lo que le dio a Argentina.
La reacción que tuvo el pueblo argentino era la que usted pensaba para cuando Diego se fuera…
La verdad es que nunca lo pensé. Nunca pensé este momento ni tampoco lo quería pensar. Uno cuando tiene estos ídolos quiere que vivan eternamente. Obviamente lo imaginaba, por todo lo que representa. Fue una locura de gente en la despedida. Y, bueno, era de esperar. No solo en Argentina, sino en todo el mundo. En todos lados hubo homenajes muy emotivo, muy lindo. Cuando lo llevaban al cementerio, la autopista se paró para ver pasar la carroza fúnebre que lo llevaba. Fue emotivo, triste a la vez.
Hasta equivocó el trayecto la carroza, lo que se interpretó como su último amague.
Sí. Al último se tardó un poquito más. Había una gran cantidad de gente, era esperable.
¿Por qué cree que Maradona se fue a los 60 años?
La verdad, no sé. Uno no se entera de los pormenores. Había tenido una operación hacía poco. A medida de que iban pasando los años uno lo veía cada vez más deteriorado, aunque lúcido. Todos deseábamos que siguiera con nosotros. Fue muy repentino, no lo esperábamos. Fue muy triste.
¿En qué está el Tigre Muñoz? Costó encontrarlo más ahora que cuando jugaba.
Sí. Estoy en un cuerpo técnico, en Real Pilar, que es un club del ascenso, hace un mes. El técnico es Lucas Marcogiuseppe, el ayudante es Omar Pouso y el profe, Joaquín Medrán. Estoy como entrenador de arqueros, quería empezar de esa manera, desde abajo. Estoy muy ilusionado, abocado al trabajo también. Lleva su tiempo. El campeonato arranca la próxima semana. Hay muchas ilusiones de poder subir de categoría. Esperamos hacer un buen trabajo y cumplir el objetivo. Es un torneo corto, de siete equipos. El que suma más puntos, juega una final contra Cañuelas.
¿Se va a perfilar por la preparación de arqueros o quiere ser entrenador?
En principio, sí, pero no le cierro la puerta a largarme como técnico. Quería empezar así. Quizás cuando pasen más años se me despierte el bichito de comandar un equipo. Veremos.
¿De Chile le llegó alguna propuesta después del retiro?
En la U de Conce querían que me quedara trabajando en el club, pero ya habíamos hablado con la familia, habíamos planificado regresar a Argentina por un tema familiar, de estar más cerca de nuestros viejos. Chile es mi segunda casa. Seguramente en el futuro estaré trabajando por allá. He dejado una buena imagen. Ahora quiero hacer mi camino desde este lado. Intentaré hacer el mejor trabajo en Real Pilar para cuando salga alguna oportunidad.
En Chile defendió a Huachipato, Colo Colo y la U de Conce y en todos lo recuerdan bien.
Sí. Es raro. Huachipato fue el club que me abrió las puertas en Chile. Me dio esa continuidad que en Argentina no había tenido y pude salir campeón. Es un club que me recuerda con mucho cariño, que me tiene allí arriba. Después, pude cumplir el sueño de jugar en el equipo más grande de Chile, pude ganar tres títulos y quedar en el corazón de ese hincha que es muy exigente. No es fácil quedar en el corazón del hincha colocolino y lo pude lograr. Yo lo comparo con Boca. Haberme puesto la camiseta de Colo Colo y estar a la altura me dejó muy contento. Es un sueño cumplido. Y Universidad de Concepción es el club en el que quería terminar, un equipo donde me brindaron todas las herramientas para poder trabajar, demostrar mis cualidades, con una calidad humana impresionante, con hinchas muy cariñosos y respetuosos. Pude jugar hasta una edad avanzada, quedar en la historia como uno de los que más partidos ha disputado. Pude salir campeón en la Copa Chile y en la B. Son tres equipos. Los tres me dieron muchas oportunidades y las pude aprovechar y brindar todo lo que tenía. Con los tres puede lograr cosas importantes y quedar en el corazón de los hinchas.
Hay uno de esos tres equipos que lo está pasando muy, pero muy mal, que es Colo Colo. Está último, lo hinchas están asustados con la posibilidad concreta de perder la categoría por primera vez en la historia, ¿qué le pasa cuando ve a Colo Colo último?
No es algo bueno. Uno nunca espera que Colo Colo, por todo lo que representa, esté en esa posición. Por la calidad que tiene, es un plantel para que esté mucho más arriba. Lo que pasa es que en el fútbol cuando se pierde la confianza y más aún en los equipos grandes, donde la presión es muy fuerte, eso influye mucho más. En estos momentos se está notando eso. La falta de confianza está repercutiendo en el rendimiento colectivo e individual de Colo Colo.
¿Pesa más la camiseta de Colo Colo, como dicen? ¿Es más grande el arco de Colo Colo, como dicen?
Sí. Es un grande. Y como en todo equipo grande, en el caso del arco es muy pesado, muy grande. No es para cualquiera. Siempre digo que en el arco de Colo Colo los errores se marcan y mucho, por la repercusión que tiene, por la cantidad de periodistas que lo siguen, que los remarcan mucho más. Pero también está el lado positivo, que cada atajada te la remarcan mucho más. Es un arco en el que tienes que rendir examen todos los domingos. No alcanza con atajar un partido bien y tres más o menos. Todos los domingos tienes que decir presente y el equipo tiene que ganar. Es así de simple. El hincha colocolino quiere que su equipo gane, que pelee los títulos, los campeonatos y que esté siempre arriba. Eso genera una presión muy grande. Tienes que estar preparado para cubrir ese puesto, sobre todo. La presión es constante. Te exigen que tienes que ganar cada partido.
Cuando Brayan Cortés llega a Colo Colo lo hace ungido como ‘el arquero del futuro’, el recambio de Bravo en la Selección. Su rendimiento en Colo Colo ha dejado bastante que desear, ¿qué le está pasando?
Brayan es un arquero con muchas cualidades, un arquero joven, con aspiraciones de Selección. De hecho, ha estado citado en este último tiempo, pero, bueno, después hay que ponerlo en el contexto en que está hoy Colo Colo. En este contexto, en que no sale nada, en que el rendimiento del equipo es muy bajo, no se salva nadie. En el caso de Brayan, más allá de las cualidades muy buenas que tiene, está dentro de este momento que está atravesando Colo Colo.
¿Y como se sale? ¿Cómo se abstrae un arquero, como Cortés, de este momento?
De este momento, en el aspecto colectivo, se sale con trabajo, con unión de grupo. Hay que hablar mucho. Entender en la situación en que se está. No queda otra que trabajar. Hay que corregir errores y achicar el margen de error. Y tirar todos para el mismo lado. Hoy en día el objetivo es salir del fondo de la tabla. En eso tienen que estar todos convencidos. Colo Colo es un equipo muy prestigioso, el escudo es muy prestigioso y tiene que mantener la categoría. En el caso del arquero, tiene que buscar la tranquilidad, la comodidad en un momento en que no la hay. Pero, bueno, ese puesto para un poco por ahí, por buscar esa tranquilidad que te deje mostrar tus capacidades, que puedas mostrar tus cualidades, que no pienses cosas que no ayudan en el campo de juego. Uno lo dice fácil, pero no es sencillo.
El que Cortés se involucre tanto en el juego con los pies, ¿es una distracción que hay que evitar?
A ver. Lo que pasa es que el juego ha evolucionado mucho y eso ha llevado a que el arquero esté más involucrado en la generación del equipo, en la salida, tiene mucha más participación. Ya no les alcanza con solamente atajar. Tienen que dominar el juego con los pies. Se lo requiere la mayoría de los entrenadores. Esa participación ha aumentado.
¿Y lo puede sacar del objetivo central que es atajar?
No. No te saca, porque hoy se entrena todo. Lo más importante del arquero es evitar el gol, Después hay que sumarle cosas, como el juego con los pies, o el juego aéreo. Pero como ha evolucionado el juego, han cambiado, las reglas.
¿Sale Colo Colo de la zona de peligro? ¿Cortés merece más oportunidades?
Sí. Es el deseo de todos que Colo Colo salga de esta posición incómoda y vuelva a estar donde corresponde, peleando títulos. Y en el caso de Brayan, es un arquero que tiene cualidades, que ha sido llamado a la Selección y eso no es poca cosa. Lo que hay que tener claro es que en estos equipos grandes hay que decir presente todos los domingo. No te puedes relajar. No alcanza con menos. Eso debe tenerlo claro y debe jugarle como motivación. Que cada domingo tiene que entrar a la cancha y hacerlo bien.