Boca Juniors ya está en Madrid para medirse, este sábado, a River Plate en una inédita final de vuelta de la Copa Libertadores, trasladada a Europa luego de los incidentes que se vivieron el pasado 24 de noviembre y que obligaron a postergar el encuentro.
Tras la suspensión por las agresiones en contra del plantel de Boca en su camino al estadio Monumental de Buenos Aires, la directiva xeneize expresó con fuerza su negativa a la disputa del compromiso, denunciando toda la situación ante la Conmebol, buscando una victoria mediante el Tribunal de Disciplina de la entidad. Y aunque la instancia todavía no se pronuncia al respecto, el equipo que preside Daniel Angelici igualmente viajó a España, cediendo ante un clima tenso. Y es que el propio mandamás de Boca aseguró que fue ese el motivo del viaje: "La relación con el presidente de la Conmebol estaba muy tensa como para no viajar a jugar a Madrid. No podía decirle 'no, a España no vamos'", dijo.
"Pase lo que pase, no hay que dejar de recordar que fuimos agredidos y que los jugadores no estaban para jugar el partido", agregó el dirigente en diálogo con la radio argentina Continental. "Es extraño estar en Madrid. Estábamos a unas cuadras del partido y ahora tuvimos que viajar 11 horas, miles de kilómetros", agregó.
Finalmente, aseguró que siguen a la espera de la resolución del Tribunal y que seguirán adelante con su intención de apelar su resolución. "Lo legal sigue por caminos separados a la final. Este jueves esperamos la respuesta. Y vamos a apelar en todas las instancias", sentenció.