La Terminator australiana de la natación rompió el dominio de Katie Ledecky en los Juegos Olímpicos. Ariarne Titmus superó a la estadounidense en la final de los 400 metros libres, en una carrera que se definió en los últimos 100 metros, con un tiempo de 3′56″69 para la vencedora.
Ledecky era la campeona olímpica defensora y poseedora del récord mundial. Se conformó con la plata en esta ocasión con 3′57″36, el cuarto mejor crono de la historia. “Luché con uñas y dientes”, dijo Ledecky. “Ella definitivamente tuvo una competencia muy inteligente. Estuvo muy controlada desde el principio. Me sentía bien y fuerte y di la vuelta en los 300 y pensé, ‘oh, está aquí’”, agregó.
Por primera vez en su brillante carrera olímpica, Ledecky probó el sabor de la derrota, superada por una australiana que dejó en claro que la estrella estadounidense no puede intimidarla. “Es increíble cuando haces un enorme plan en torno a algo. Probablemente es lo más grande que puedas alcanzar en tu carrera deportiva, así que no lo puedo creer”. Nadie más estuvo siquiera cerca. El bronce fue para la china Li Bingjie.
El segundo puesto de Ledecky representa otra decepción para el equipo estadounidense luego de un explosivo inicio en las competencias de natación. Estados Unidos ganó seis de 12 medallas el domingo, pero se quedó fuera del podio en las dos primeras finales del lunes. Torri Huske y Michael Andrew llegaron en respectivos cuartos lugares y luego Ledecky se quedó con el segundo puesto, un lugar poco frecuente para una de las mejores nadadoras de la historia.
Ledecky perdió una final olímpica individual por primera vez, después de ganar los 800 libres en Londres y colgarse otros tres oros en los 200, 400 y 800 libres en Río de Janeiro, hace cinco años.