Tiene una carrera ejemplar, larga y exitosa. Otro s futbolistas, con su currículum, se habrían nublado hace rato. Pero Cristian Muñoz no es así. El arquero de Universidad de Concepción es bajo perfil, humilde y, aunque cada día siga acrecentando su leyenda a nivel nacional y continental, se toma todo con calma. El Tigre es el jugador más longevo en jugar la Copa Libertadores 2019 y busca que, probablemente, su última aventura por América, sea histórica.

El 1 de julio cumplirá 42 años y aún disfruta en el arco tal como lo hizo en su debut, hace 25 años en Sarmiento de Junín, el club de su ciudad natal. "No tenía idea", reconoce el portero a La Tercera, al ser informado que es el más experimentado en jugar el torneo más importante de Sudamérica. Y agrega: "Lo tomo más que nada como algo anecdótico. Es lindo y quedará en la estadística. Realmente es un orgullo seguir jugando profesionalmente a esta edad y, sobre todo, en un campeonato tan importante como la Copa Libertadores".

Hace rato el portero medita el retiro, pero todavía no quiere colgar los guantes. Se siente capacitado para seguir un rato más. El año pasado lo arrancó mal. Gruesos errores frente a Vasco da Gama dejaron al Campanil fuera de la Copa Libertadores. ¿Vive una revancha? "No. Lo que pasó, ya pasó y no hay vuelta atrás. Me gusta mirar hacia adelante. Este torneo es un gran desafío y hay que estar a la altura. Aquí, si te descuidas, lo pagas caro", comenta.

Muñoz vive su tercer desafío en este certamen, que ya había disputado con Boca Juniors y con Colo Colo. "Es prestigiosa, hermosa y durísima la Copa Libertadores. Hay que disfrutarla, ya que estamos enfrentando a equipos de mucha trayectoria. De todo lo difícil que es este torneo, quizás nos tocó el grupo menos difícil, pero Olimpia ha sido campeón y Sporting Cristal viene de levantar el título en Perú", afirma el portero.

La historia del Tigre como futbolista va mucho más allá de unos partidos en Boca Juniors, tres títulos con Colo Colo y este buen presente en Universidad de Concepción. Al arquero le gustan los desafíos y pocos recuerdan que, después de ser campeón con Huachipato a fines de 2012, fichó en el Campanil, equipo que había descendido a Primera B hacía solo unos días. "Apenas di el sí, sabía que inmediatamente lograríamos el ascenso, pero el crecimiento que hemos logrado es histórico. Estaba dispuesto a luchar una categoría más abajo ", sostiene. En ese contexto, dice que nunca imagino alguna vez llegar a la Copa Libertadores con casi 42 años. "Uno tiene sueños cuando empieza en esto y piensa que podría jugar hasta una edad avanzada, pero tener la fortuna de disputar un torneo internacional a esta edad, no se le presenta a cualquiera. Soy un afortunado", señala.

Más que suerte, es trabajo y constancia. Su entorno reconoce un tremendo líder. "Es el mejor compañero con quien he compartido camarín", es una frase que recurrentemente se escucha en el Campanil al hablar de Muñoz. Y si sigue jugando hasta hoy, es gracias a su mismo autocuidado. Su alimentación es ejemplar. No se tienta con ninguna comida que no le haga bien, pese a que incluso fue dueño de una panadería hace unos años.

El Campanil suma cuatro puntos de seis en disputa y ha sorprendido al continente. ¿Se podrá repetir el gran 2018 que tuvieron? "Intentaremos volver a poner a Universidad de Concepción otra vez en los primeros lugares. No nos podemos dejar llevar por lo que hicimos el año pasado. Nadie asegura resultados, esto es trabajo y rendimiento", comenta.

Y sobre una hipotética clasificación a octavos de final, muestra la cautela del experimentado. "Es prematuro aún. Iremos viendo. Hacer esa conjetura no nos llevará a nada y estaríamos entregando un mensaje que no es positivo. Venimos de traer un punto valioso en Paraguay en un grupo parejo que, seguramente, se resolverá en la última fecha", culmina.