Roberto Tobar dirigirá el partido más importante de su carrera: la final de ida de la Copa Libertadores. No es una final cualquier, sin embargo, ya que los dos equipos que se enfrentarán son Boca Juniors y River Plate. El primer partido, a jugarse en La Bombonera, tendrá al árbitro chileno en el centro de campo.

En conversación con Radio Agricultura, Tobar explicó el trabajo de análisis que está realizando de cara al cotejo del sábado: "Analizamos cómo atacan y cómo defienden. Qué jugadores tienden a simular. En eso basamos nuestra planificación. Analizamos muchos videos y además tengo la ventaja de haber dirigido dos veces a ambos cuadros durante la Copa".

El referee de 40 años también se refirió a las claves para que el partido no se salga de control. "Los primeros minutos marcarán la pauta de cómo será el juego, y eso es algo que también planificamos. Confío en que ambos equipos se dedicarán a jugar, o sino tendremos que empezar a proceder en base al reglamento", señaló.

El VAR estará presente, lo que para Tobar representa una gran ventaja: "Nos favorece bastante, ya que por el desgaste físico muchas veces no puedes conseguir la mejor ubicación. El VAR te da ese ángulo, esa tranquilidad para determinar, por ejemplo, si es penal o no, y así tomar una decisión más justa".

Sobre cómo se entero de su designación, Tobar indicó que un vecino le avisó. "Tengo mellizas, por lo que cuando estoy en mi casa no le presto atención al celular. Había hablado con mi señora de la posibilidad de una final, pero no tenía la certeza. Si se daba, bien, si no, a esperar. Cuando nos avisó nos abrazamos con una felicidad inmensa", contó.

Al ser consultado sobre el proceso para abstraerse de comentarios y presiones, el chileno aseguró que la clave es "más trabajo". "Llegaremos el jueves, y allí continuaremos analizando videos y y trabajando con los profesores internacionales que tenemos. Tenemos un sistema de concentración bastante estricto. Uno trata de no escuchar mucho lo que es prensa o lo que digan personajes importantes del país", explica.

Finalmente, negó que ser tarjetero, como algunos medios argentinos lo tildaron al construir su perfil: "No me conocen mucho, entonces no saben. Me gusta dejar jugar, que sea fluido, aunque eso no significa que deje pegar, como dicen algunos ex árbitros que ahora se las dan de opinólogos".