Era el clamor del deporte mundial. Casi nadie entiende la idea de que pese al constante aumento en la propagación del coronavirus, el Comité Olímpico Internacional se empecine en realizar sí o sí los Juegos Olímpicos de 2020 en la fecha que desde hace siete años fijó. Pero la presión impuesta por los deportistas de todo el mundo y sus federaciones nacionales hicieron que hoy se decidiera, de emergencia, comenzar a analizar distintas alternativas para posponer la fecha de inicio de la cita de los cinco anillos, el único megaevento deportivo que aún no respira en el calendario.
Aunque el viernes el presidente del COI, el alemán Thomas Bach, transparentó la intención de tomar esta decisión en una entrevista al New York Times, ayer en una teleconferencia de emergencia se tomó finalmente la determinación. Y luego, a través de un comunicado oficial, el COI anunció sus conclusiones: estudiará una reprogramación de la cita.
Para ello, se dio un plazo de cuatro semanas para tomar la mejor decisión. “El COI, en plena coordinación y asociación con el Comité Organizador de Tokio 2020, las autoridades japonesas y el Gobierno Metropolitano de Tokio, comenzará las discusiones detalladas para completar su evaluación del rápido desarrollo de la situación sanitaria mundial y su impacto en los Juegos Olímpicos, incluyendo el escenario de aplazamiento”, explica el documento.
Durante un mes las distintas autoridades olímpicas, japonesas y de la salud mundial trabajarán para decidir cuál será la mejor opción para celebrar los Juegos, pensando además en “apoyar a los atletas y adaptar la planificación de los Juegos”.
Planificación que ya muchos ven como imposible, entendiendo que las curvas de rendimiento que cada deportista debe alcanzar son imposibles de programar en cuatro meses, sobre todo si ni siquiera han podido entrenar en un gimnasio, dada la cuarentena -voluntaria u obligatoria- que muchos en el mundo están tomando.
“Las vidas humanas tienen prioridad sobre todo, incluida la organización de los Juegos. El COI quiere ser parte de la solución. Por lo tanto, lo hemos convertido en nuestro principio fundamental para salvaguardar la salud de todos los involucrados y contribuir a contener el virus. Todos estamos trabajando para que se cumpla la esperanza de tantos atletas, Comités Olímpicos Nacionales y Federaciones Internacionales de los cinco continentes: que al final de este túnel oscuro todos estemos pasando juntos, sin saber en cuánto tiempo, para que la llama olímpica sea la luz al final del túnel”, escribió el alemán Thomas Bach, el presidente del COI, en una carta dirigida a los deportistas y cuerpos técnicos.
Estas opciones, dice el COI, se relacionan con la modificación de los planes operativos, que hasta ayer iban en búsqueda de que Tokio 2020 continuara con el 24 de julio como fecha de inicio. “Este paso permitirá una mejor visibilidad del desarrollo rápidamente cambiante de la situación de la salud en todo el mundo y en Japón. Servirá como la base para la mejor decisión en interés de los atletas y todos los demás involucrados”, explica la misiva de Bach.
“Queremos reforzar esta comunicación a toda la comunidad deportiva de nuestro país. Hemos monitoreado esta situación día a día y seguiremos haciéndolo hasta que haya una determinación definitiva, sabiendo que el COI está tomando decisiones informadas”, aseguró el COCh en un comunicado propio, respaldando lo anunciado por el COI.
Tokio 2020 parece sentenciado. Serán días difíciles para los deportistas chilenos. Muchos deberán comenzar de cero su preparación para los Juegos