El torneo con más justicia

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El VAR fue decisivo en Rusia, incluso en la final. Además, se logró una cantidad récord de penales cobrados y las tarjetas rojas disminuyeron al mínimo en los últimos 40 años.



Como nunca antes, en Rusia la disciplina tuvo un rol central durante un Mundial. No solo desde el punto de vista del comportamiento de los jugadores, sino también por el protagonismo que decidió darle la FIFA, a través de la implementación de la videoasistencia referil (VAR).

Ayer, en la final, la ayuda tecnológica (casi ausente desde octavos de final) adquirió un protagonismo clave en la jugada del penal que le dio el 2-1 a Francia. El árbitro Néstor Pitana decidió consultar las imágenes para determinar la intencionalidad de la mano de Perisic.

En Rusia, el VAR ayudó para cobrar la cifra récord de 29 penales, superando por 11 a las ediciones de 1990, 1998 y 2002. Nueve de estos lanzamientos fueron gracias a las cámaras.

En total, el VAR se utilizó en 441 ocasiones, provocando la revisión de 20 jugadas, en las que 16 fueron decisiones correctas. En muchas de ellas participó el chileno Carlos Astroza, quien acumuló 30 horas observando imágenes.

"Se acabaron los goles en fuera de juego. Al menos, en el fútbol que tiene VAR", decía el viernes Gianni Infantini, presidente de la FIFA. "Con el VAR se ha pasado del 95% de aciertos de los árbitros al 99,3. La palabra es progreso. Es mejor que en el pasado. El VAR no ha cambiado el fútbol, lo ha hecho más limpio. Lo ha hecho honesto y transparente y ha ayudado a que los árbitros adopten las decisiones correctas", expresó.

Eso sí, también hubo árbitros que, por su tozudez, definitivamente no dieron pie para que la videoasistencia interviniera. Para desgracia, estaban equivocados. El colombiano Wilmar Roldán se fue a los gritos con los árbitros a cargo de las pantallas por un penal en el partido entre Egipto y Arabia Saudita. Mientras que el paraguayo Enrique Cáceres desestimó la utilización del mecanismo en el encuentro entre los egipcios y Rusia. Su actuación motivó que los africanos presentaran una queja por su cometido.

La presencia de cámaras en todos los sectores también rebajó ostensiblemente la cantidad de tarjetas rojas, al punto de convertirla en la tercera más baja desde que se implementó el sistema de tarjetas en México 70 y la más exigua desde Argentina 1978.

El VAR llegó para quedarse y Rusia fue el comienzo de un nuevo paradigma.

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