No lo pasa bien Colo Colo. El elenco albo está completando una mala segunda rueda y entró en un espiral de bajo rendimiento que preocupa a todos en Macul. ¿El apuntado? Mario Salas. El director técnico es naturalmente sindicado como el responsable del mal momento que atraviesa el equipo. Los hinchas, de hecho, ya piden su salida.
Y mientras el plantel lo defiende públicamente ("somos los jugadores los que salimos a la cancha y, por lo tanto, somos responsables de esto", dijo Esteban Paredes), el entrenador no logra llegar de buena manera con su mensaje y, en privado, algunos miembros del plantel ya dejan ver su inquietud y poca credibilidad en el estratega.
Lo concreto es que los albos acumulan un 23,8% de rendimiento desde el inicio de la segunda mitad del campeonato, con cuatro derrotas, dos empates y apenas una victoria. Demasiado poco para un equipo que quería pelear la corona.
No encuentra la fórmula el DT. ¿Pero la busca? En sus conferencias de prensa, el estratega suele hablar de oportunidades para mejorar y de una búsqueda constante del nivel deseado. En los partidos, sin embargo, su equipo ya se hace predecible. No sale de su planteamiento favorito de 4-2-3-1 (con variaciones a 4-3-3 en algunos momentos de los encuentros) y, en general, no mueve las piezas buscando variantes ante un panorama adverso y un plan B es inexistente en la cúpula técnica alba.
Los cambios, en tanto, tampoco le dan soluciones. Sus movimientos son más nominales que posicionales, aunque, como bien apuntó Paredes, los rendimientos individuales están igualmente al debe. A los líos del DT en la conducción se suma el discreto rendimiento de la mayoría durante los últimos dos meses. Y con una victoria en siete partidos en el Torneo Nacional (por la cuenta mínima a Unión Española), la impaciencia se siente en el Estadio Monumental.
La tozudez del Comandante con su libreto afecta a Colo Colo. También la poca concentración con la que salen a disputar los partidos el elenco albo. Prueba de ello, los goles tempraneros que ha recibido durante la segunda rueda y, en particular, en los últimos tres partidos: a los 10 minutos recibió el primero en el 2-2 ante Palestino; y luego, tanto Cobresal (derrota 0-2) como la Universidad de Concepción (caída 3-1) vulneraron su arco a los cuatro minutos del encuentro.
"Otra vez un gol al principio... Eso habla de los bajos niveles de concentración en los inicios. Son situaciones que se repiten... No tenemos reacción", reconoció el propio Salas tras la caída ante los de la Octava Región, colistas absolutos de la competencia. "Nos está faltando atrevimiento y profundidad... Soy el responsable, porque los jugadores no están llegando bien a los partidos y fallamos en lo colectivo y en lo individual", se lamentó.
Por ahora, como han dejado claro en Blanco y Negro, el entrenador no corre peligro. Aníbal Mosa todavía cree en el proyecto. Pero el futuro surge igualmente impredecible. Audax Italiano, que le quitó el subliderato, y la Universidad de Chile, son sus próximos desafíos. Rivales de peso para medir la capacidad del entrenador de sacar al equipo de este mal momento. ¿O para sentenciar su presente y futuro en la institución?