El fallecimiento de Kobe Bryant en un accidente de helicóptero enluta al mundo y se suma a una lamentable y larga lista de tragedias aéreas que han afectado al deporte en los últimos años. Accidentes que han costado numerosas vidas y de los que muy pocos han logrado sobrevivir.
El hecho más reciente ocurrió el 21 de enero de 2019, cuando la avioneta que trasladaba desde Nantes a Cardiff al futbolista argentino Emiliano Sala se estrelló en pleno Canal de la Mancha. Los restos del Piper PA-46 Malibu fueron encontrados el 3 de febrero de ese año y junto a él estaba el cuerpo del deportista. El piloto nunca fue hallado.
El 28 de noviembre de 2016, el fútbol lloró una nueva tragedia. El vuelo 2933 de la aerolínea boliviana LaMia, que transportaba al equipo brasileño de Chapecoense a Colombia para jugar la final de la Copa Sudamericana, chocó contra el Cerro Gordo, en las afueras de Medellín. De los 77 pasajeros, apenas sobrevivieron seis: los futbolistas Alan Ruschel, Neto y el arquero Jakson Follmann; los miembros de la tripulación Erwin Tumiri y Ximena Suárez y el periodista Rafael Henzel. Este último fallecería un par de año después de un infarto.
El 9 de marzo de 2015, dos helicópteros colisionaron en la provincia argentina de La Rioja, dejando 10 fallecidos, entre los que se encontraban los deportistas franceses Camille Muffat, campeona olímpica de natación que ganó tres medallas en los Juegos Olímpicos de Londres 2012; el boxeador Alexis Vastine, bronce en los Juegos de Beijing 2008, y la regatista Florence Arthaud.
Cuatro años antes, el 7 de septiembre de 2011, fallecieron todos los miembros del equipo de hockey sobre hielo ruso de Lokomotiv tras estrellarse el avión que los transportaba en la zona de Yaroslavl, a unos 200 kilómetros de Moscú. Uno de los integrantes falleció cinco días después.
El 27 de abril de 1993, los 30 ocupantes de un avión de la Fuerza Aérea de Zambia fallecieron, luego de que la aeronave cayera al mar, momentos después de abastecerse de combustible en Gabón. Entre los malogrados se encontraba toda la selección de fútbol de Zambia.
El 8 de diciembre de 1987 marcó para siempre la historia de Alianza Lima. El avión de la Marina de Guerra del Perú que trasladaba al equipo desde Pucallpa se estrelló en el mar, a poco de llegar a Lima. Fallecieron 43 personas y solo hubo dos sobrevivientes: el piloto de la aeronave y el delantero Alfredo Tomassini. Este último, según la versión del conductor, murió ahogado antes de ser rescatado y pese a tener antecedentes de ser un eximio nadador.
La Fórmula Uno también enfrentó tragedias de esta magnitud. El 29 de noviembre de 1975, los pilotos Tony Brise y Graham Hill, este último doble campeón del mundo en 1962 y 1968 y piloto de la aeronave, y varios de sus mecánicos fallecieron en un accidente aéreo en Barnet (Reino Unido), cuando regresaban en una avioneta de una sesión de entrenamientos.
La Cordillera de Los Andes fue testigo el 16 de octubre de 1972 de cómo un avión de la Fuerza Aérea de Uruguay se estrellaba en los macizos, justo en la frontera entre Chile y Argentina. La nave transportaba a los integrantes del equipo de rugby Old Christians. Sobrevivieron 32 de los 40 pasajeros. Sin embargo, las heridas, el frío y el hambre disminuyó la cifra de sobrevivientes a 16 e incluso tuvieron que recurrir a la antropofagia para no morir. Luego de 72 días, lograron ser rescatados después de que Nando Parrado y Roberto Canessa iniciaran una travesía en la que lograrían encontrar ayuda al localizar al arriero chileno Sergio Catalán.
Dos años antes, el 15 de febrero de 1970, 12 de las 13 integrantes de la selección femenina de vóleibol de Puerto Rico fallecieron cuando regresaban de un campeonato en República Dominicana. El avión de Dominicana de Aviación cayó al mar casi inmediatamente después del despegue y fallecieron sus 102 pasajeros. Entre ellos el campeón mundial de boxeo, el dominicano Teo Cruz, quien había vivido en Puerto Rico y viajaba esa noche junto a su esposa y sus dos hijos para visitar a unos parientes en la isla.
El 26 de septiembre de 1969 fue el turno del fútbol boliviano. Un avión que salió de Santa Cruz de la Sierra se estrelló en la localidad de Viloco. Fallecieron 78 personas, entre ellas 19 miembros del plantel de The Strongest, que se trasladaban hacia La Paz.
Apenas un año antes del Mundial de 1962, el deporte chileno viviría su peor tragedia. El 3 de abril de 1961, el DC-3 Nº 210, de la Línea Aérea Nacional (LAN) nunca llegaría a su destino. Veinticuatro personas se estrellarían en la ladera nordeste del Cerro Lástimas, en el cordón de Los Nevados del Longaví, en la Séptima Región.
En el fatídico viaje iban a bordo ocho jugadores (Héctor Toledo, Manuel Contreras, Dante Coppa, Berthe González, David Hermosilla, José Silva, Alfonso Vega y Eliseo Mouriño); el técnico Arnoldo Vásquez; los árbitros Gastón Hormazábal, Roberto Gagliano y Lucio Cornejo; el kinesiólogo Mario González; el control de la Asociación Central de Fútbol, Pedro Valenzuela; el representante de la Asociación Nacional de Fútbol Amateur (ANFA), Luis Medina; el ex diputado Moisés Ríos y los pasajeros Armando Hita, Guillermo Schade y María y Gabriela Andrade. A ellos se sumaron el piloto Silvio Parodi; el copiloto Carlos Jorquera; el radioperador Evaristo Casanova y el sobrecargo Hernán Etchebarner.
El 6 de febrero de 1958 marcó la historia del Manchester United. Ese día, el avión que trasladaba al equipo se estrelló al despegar desde el Aeropuerto de Múnich. Fallecieron 23 personas, entre ellas ocho jugadores y tres directivos del club. Sobrevivieron siete futbolistas. Uno de ellos, el legendario Bobby Charlton.
La primera gran tragedia del mundo del deporte sucedió el 4 de mayo de 1949 y afectó al avión de Italian Airlines, que movilizaba al equipo de fútbol de Torino, procedente desde Lisboa. La nave impactó el campanario de la Basílica de Superga, a pocos kilómetros de Turín. Fallecieron los 31 pasajeros, entre ellos los miembros del club, que en ese entonces era considerado el mejor del mundo.