Este domingo amaneció temprano en Pereira. O, al menos, eso pareció con la madrugadora salida del sol, que desde las 6:00 de la mañana empezó a iluminar a la ciudad conocida como La perla del Otún. Ese mismo buen clima se vive en la concentración de la selección chilena sub-23, que debutó con el pie derecho en el Torneo Preolímpico tras vencer a Ecuador (3-0), un resultado que sorprendió incluso a los propios protagonistas del triunfo.

El desayuno en el hotel Sonesta estuvo marcado por la típica satisfacción que conlleva una victoria; sin embargo, en el seno de la Roja reina la prudencia, pese a ostentar el liderato del grupo A del campeonato que otorga dos cupos a los Juegos Olímpicos de Tokio. "No se ha ganado nada", es la frase más repetida por técnicos y jugadores, que afirman que aún queda mucho camino por recorrer para lograr el objetivo.

Después de la recarga matutina de energías en el búnker de concentración, el combinado chileno tomó rumbo al Club Campestre, su segunda casa durante la estadía en la capital del departamento de Risaralda. Tras diez minutos de recorrido, sobre las 10:00 de la mañana, Bernardo Redín y sus discípulos llegaron a la cancha del acomodado club situado al occidente de Pereira. Durante unos 20 minutos, el técnico colombiano charló sobre el césped con sus jugadores, a los que felicitó por los tres puntos conseguidos ante Ecuador, no sin dejar de recordar los errores cometidos en la primera presentación.

"Marcar tres goles es importante, pero lo que nos importa es ganar los partidos y sumar los puntos", comenta Redín, cuyo objetivo principal parece ser que las expectativas no se eleven exageradamente por la conquista lograda el sábado en el estadio Hernán Ramírez Villegas. "En estos partidos no sobra nada y aún nos siguen faltando cosas. El resultado fue abultado porque creamos las ocasiones y, a diferencia de los partidos amistosos que habíamos realizado anteriormente, esta vez pudimos concretar. Sabemos que hemos tenido muy poco trabajo, vamos a analizar el partido ante Ecuador. Nos van a faltar muchas cosas y tenemos que seguir trabajando porque cada partido es diferente".

Precisamente, la jornada vespertina de la Roja estuvo centrada en la revisión del video del partido ante Ecuador por parte del cuerpo técnico y los jugadores. En este sentido, el centrocampista Tomás Alarcón, hizo un balance positivo del debut: "Siempre es bueno empezar con el pie derecho, nos da un empujoncito positivo para seguir en el torneo. No pensamos mucho en si desde afuera había falta de confianza; nos centramos en el día tras día, y con eso nos quedamos", comenta el capitán de la selección sub-23, que este domingo cumplió 21 años y fue felicitado antes del entrenamiento matutino por sus compañeros y, especialmente por Redín, que lo saludó con un caluroso abrazo.

Goleada inesperada

En un acto de franqueza, los integrantes de la Roja reconocen que llegaron con cautela ante el debut frente a Ecuador, y que la goleada fue un resultado que no tenían en sus cálculos. "Confiábamos en que podíamos ganar el partido, pero no pensábamos que podíamos hacer tres goles", se sincera Redín, al que secunda Alarcón: "No esperábamos un resultado tan abultado. Ecuador tiene una selección contundente, los habíamos estudiado, pero gracias a Dios se dio así". Mientras, Nicolás Guerra completa el honesto análisis: "Ecuador es una gran selección, que viene de hacer un gran papel en el sub-20 y se mezclaron ahora con otra generación que también es muy buena. La expulsión cambió un poco el partido y, gracias a Dios, se dio el resultado, que era lo que queríamos, arrancar ganando".

Desde el punto de vista táctico, todos coinciden en que la tarjeta que vio el volante ecuatoriano Jordy Alcívar sobre la media hora, cambió el partido. "En los primeros minutos nos costó porque Ecuador es una selección que juega bien, pero después de la expulsión de ellos, pudimos hacer mejor la presión. En el primer tiempo, debimos haber concretado, pero fuimos muy livianos arriba", analiza Redín. "En la primera parte no reaccionamos a tiempo, pero en el entretiempo lo conversamos y salimos más concentrados para aprovechar tener un hombre más", apunta Guerra; en tanto, Alarcón coincide: "El partido estaba cerrado, ellos estaban jugando bien, pero la expulsión nos abrió bastantes espacios y lo supimos aprovechar. Fue el factor fundamental y el primero gol nos dio tranquilidad".

A pensar en Venezuela

Pasada la página de Ecuador, ahora Chile piensa en Venezuela, el próximo rival en el Preolímpico, al que enfrentará el martes en Armenia. El cuerpo técnico de la Roja sub-23 reconoce que sabe poco de la Vinotinto, ya que presenta varias modificaciones en relación con los últimos procesos. "Quizá los menos presionados son ellos, nosotros estamos obligados a seguir sumando. Ellos nos vieron jugar en el primer partido, pero nosotros no los hemos visto jugar a ellos. Nos tocó así, los dos primeros partidos ante rivales de los que teníamos muy poco material, pero a medida que se vaya desarrollando el juego, veremos lo que nos va a presentar Venezuela", señala Redín.

Chile tiene previsto realizar este lunes su último entrenamiento en Pereira antes del partido contra los llaneros, para el cual se desplazarán unos 45 kilómetros hasta Armenia. "Estamos contentos, pero vamos paso a paso, con humildad y sacrificio", confiesa Guerra, que parece haber asimilado bien el mensaje cauto de Redín. "Rescato el triunfo, nada más. Para nada esto candidatea a Chile", cierra el timonel.