Una definición infartante. En una extensa definición a penales, el Liverpool superó al Chelsea para titularse como el campeón de la Copa de la Liga, el tercer trofeo en relevancia del fútbol inglés. Fue una gran final, que insólitamente terminó sin goles después de 120 minutos jugados. El duelo que se disputó en Wembley acabó 0-0 tras los 90′ regulares. Luego, en el alargue, tampoco se movió el marcador. Por lo tanto, el monarca se definió desde los 12 pasos.
El duelo tuvo de todo, como por ejemplo goles anulados para ambos. Quien se erigió como el insospechado héroe fue el arquero Caoimhin Kelleher, irlandés de 23 años, a quien el técnico Jürgen Klopp le dio la confianza para ser el titular, dejando al brasileño Alisson Becker en la banca. En el lado de los Blues, Thomas Tuchel reemplazó a Edouard Mendy por Kepa Arrizabalaga cuando terminaba la prórroga, para que estuviera en la tanda. La movida no fue suficiente.
Fue una serie tan precisa como larga. Se remataron 22 lanzamientos penales en uno de los arcos de Wembley. Nadie fallaba. El Liverpool comenzó pateando y metió los 11 que dispuso: Milner, Fabinho, Van Dijk, Alexander-Arnold, Salah, Jota, Origi, Robertson, Elliott, Konaté y el meta Kelleher. El Chelsea convirtió los primeros 10 que tiró: Alonso, Lukaku, Havertz, James, Jorginho, Rudiger, Kanté, Werner, Thiago Silva y Chalobah. Le llegó el turno a Kepa, en el vigésimo segundo remate, y el arquero español elevó su disparo. Así, el Liverpool se convirtió en el campeón.
El cuadro de Anfield se convierte en el club más ganador de la Copa de la Liga de Inglaterra, con nueve coronas. No la obtenían desde la 2011-2012. El que le sigue en el palmarés es el Manchester City, con ocho. El Chelsea desperdició la opción de quedar en el podio de los más campeones, porque aspiraba a su sexta estrella.