Cuando quedaban días para iniciar el torneo de Primera División 2023, la ANFP oficializó un vínculo millonario que no solo bautizaba la competencia con un nuevo nombre comercial, sino que también aparecía como un salvavidas para sus alicaídas arcas. La casa de apuestas online Betsson puso sobre la mesa US$ 2,5 millones (por tres años, con un aumento progresivo hasta el tercero) para quedarse con el naming right del Campeonato Nacional.
Apenas se suscribió el acuerdo surgió la alerta, planteando que la asociación estaba incurriendo en una ilegalidad. A menos de un año, con el Ministerio de Justicia y la Corte Suprema involucrándose en esta historia, todo se quebró. Betsson puso fin al vínculo con la ANFP, el cual auspiciaba las dos principales categorías del país. En la reanudación del certamen, post Panamericanos, no quedaba ningún rastro de la marca. Ni en la publicidad estática, ni en el parche oficial de la liga en las camisetas, ni en la web oficial del campeonato chileno (para 2024 ya está firmado el acuerdo con el Banco Itaú).
Es cosa de ver un partido de cualquier parte del mundo para notar que este fenómeno no es exclusivo a lo local. Las casas de apuestas en línea entraron con fuerza en el producto fútbol. Y como aportan sumas importantes, se erigen como una de las industrias más potentes y/o sostenedoras. Haciendo un paneo general con los campeonatos nacionales, alrededor del mundo, que llevan en su nombre comercial una casa de apuestas, se nota el gran alcance de esta actividad, con los cuestionamientos correspondientes por su regulación en cada país. Este último aspecto sigue su curso en Chile.
La Sala de la Cámara de Diputados aprobó y despachó a segundo trámite el proyecto que regulará el mercado de las apuestas en línea, normativa que pretende generar “un mercado competitivo de apuestas on line... resguardar la fe pública, proteger la salud y la seguridad de las y los jugadores, aumentando la recaudación fiscal por la vía tributaria”. El proyecto aspira a la creación de un mercado semi abierto, bajo la autorización de la Superintendencia de Casinos, Apuestas y Juegos de Azar, nuevo nombre que tomaría la actual Super de Casinos y Juegos. A su vez, se creará una “Política Nacional de Apuestas Responsables”, a cargo del Ministerio de Hacienda.
También se plantea que cada plataforma pagará un gravamen para licencia general de 1.000 UTM anual por derecho de operación. Además, se obliga a que destinen un 2% de sus ingresos brutos al deporte. El proyecto añade que, de dicho porcentaje, un tercio se entregará al IND, que lo distribuirá a las diversas federaciones vigentes. El segundo tercio se derivará al COCH, mientras que el tercio restante irá al Comité Paralímpico.
El caso de Perú con Betsson
La competencia chilena no fue la primera en firmar un acuerdo de naming rights con Betsson. La marca sueca desembarcó antes en Perú, ya que en 2021 adquirió los derechos del nombre de la Liga 1, que cambió después de 20 años ligado a Movistar. El año en el cual comenzó esta alianza no es menor, porque se dio en medio de la pandemia del Covid-19. El acuerdo de Betsson con la Federación Peruana de Fútbol (FPF) se vio en el país vecino como una forma de asegurar su “solvencia financiera”.
La propia empresa, al sellar el vínculo, lo dio a entender. “En un contexto complejo debido a la pandemia, el apoyo a este querido deporte ha sido clave para asegurar la participación de los 18 equipos profesionales que compiten en el campeonato (...)”, manifestó Jesper Svensson, el CEO de Betsson Group. Este año, la casa de apuestas renovó su contrato con la FPF por los derechos del nombre de la liga por cuatro años más.
El exponencial crecimiento de los juegos en línea en Perú (es el segundo país latinoamericano con más apuestas deportivas, detrás de Brasil) provocó el debate sobre la regulación. El 13 de octubre pasado se publicó el Decreto Supremo que aprueba el reglamento que norma la actividad de las casas de apuestas deportivas a distancia. Esta normativa se aprobó en 2022 durante el gobierno de Pedro Castillo. El objetivo es crear un impuesto especial del 12% sobre la utilidad neta de las casas de apuestas. La norma entrará en vigencia en febrero de 2024.
El ejemplo de Colombia
El torneo colombiano se llama Liga BetPlay, por el patrocinio de la marca que firmó un contrato con la Federación hasta diciembre de 2023. Sin embargo, los buenos resultados permitieron que se extendiera hasta 2030. BetPlay forma parte de una sociedad anónima (Corredor Empresarial) que incluye varias empresas de apuestas en Colombia. Según indicó el diario El Tiempo, los equipos tendrán ingresos aproximados de 261.000 millones de pesos colombianos (US$ 66 millones), además de un anticipo de 15.000 millones (aproximadamente US$ 3,8 millones) con el nuevo contrato.
Colombia es un ejemplo a nivel sudamericano respecto a la regulación de las apuestas online. En 2015 se establecieron reglas para la operación y tributación de los sitios, y la creación de un órgano como Coljuegos para supervisar esta actividad (lo que en el proyecto que se discute en la Cámara sería el equivalente a la Superintendencia de Casinos y Juegos). Además de los impuestos cobrados por las empresas, los beneficios de los apostadores de una determinada cantidad se gravan al 20%.
Brasil y Ecuador
A fines de 2022 se conoció del acuerdo firmado entre Betano y la Confederación Brasileña (CBF) para darle el nombre a la Copa de Brasil. La marca de Kaizen Gaming firmó por tres años, hasta 2025. La Copa, que este año la ganó Sao Paulo, es uno de los torneos con mayores premios económicos en el continente. Para ser preciso, el campeón de la edición 2023 recibió un premio total de 70 millones de reales (US$ 14 millones).
Brasil también tenía el problema de la escasez de regulación de las apuestas online. Pero en noviembre, la Comisión de Deportes del país dio luz verde al proyecto de ley para regularlas. Esta norma, propuesta por el Ejecutivo, recibió el respaldo de un ícono del fútbol como Romário, actual senador y presidente de la comisión. De acuerdo con esto, las apuestas abarcarán tanto eventos virtuales de juego online como eventos deportivos en vivo. Además, el proyecto establece un destino específico para los ingresos generados por las apuestas: 2% para seguridad social, 6,63% al deporte y 5% al turismo.
Tal como Perú y Colombia, en Ecuador también una casa de apuestas le puso el nombre a su campeonato nacional. Desde este año se llama Liga Pro Bet593, luego de rescindir contrato con Betcris. Bet593 es la página de pronósticos deportivos de la Lotería Nacional de Ecuador y firmó con la Liga Pro (órgano aparte de la Federación) por cinco años.
Portugal y el Championship
Adentrándose en las ligas de Europa, Portugal es una que lleva varios años con una ligazón contractual con casas de apuestas. Desde julio de 2023, su torneo local se conoce como Liga Portugal Betclic, al firmar con la marca que reemplaza a Bwin. “Después de ocho años, este es nuestro mayor acuerdo para la internacionalización de la Liga Portugal”, declaró Pedro Proença, presidente de la Liga Portuguesa de Fútbol Profesional (LPFP). Añadió que se trata del acuerdo “más sólido jamás firmado por competiciones profesionales” en el país.
En Inglaterra, hay una dicotomía entre la máxima categoría y el resto de las divisiones. La Premier League tomó la decisión de sacar a estas empresas de la camisetas de sus clubes (como sponsor principal), “como parte de la revisión en curso del Gobierno de la legislación actual sobre juegos de azar”. Esta medida se implementará de manera íntegra en la temporada 2025-2026, ya que actualmente hay varios equipos con contratos vigentes con estas marcas. Eso sí, la segunda categoría cuenta con una casa de apuestas como patrocinador de la liga, que comercialmente se llama Sky Bet Championship. Esta marca auspicia a la EFL y a sus ligas desde 2013 y se acordó una extensión hasta el final de la campaña 2028-2029.
Hay más ejemplos de campeonatos de liga que tienen como sponsor principal a una casa de apuestas en línea. En Europa están los torneos de Grecia, Serbia, Finlandia, Bulgaria, República Checa, Letonia, Lituania y la Copa de Rusia. En el resto del mundo, también: desde Honduras, en Centroamérica, hasta Ghana, en África.