
Tras la trombosis y como regalón de Verón: Javier Altamirano regresa con la U a La Plata para medirse con Estudiantes
El volante retornará al estadio Jorge Luis Hirschi para enfrentar al cuadro Pincharrata, su exequipo, que se medirá este martes con Universidad de Chile por la Copa Libertadores, a las 20.30 horas.

Javier Altamirano tuvo un 2024 complejo. El volante vivió una verdadera pesadilla, específicamente después de lo sucedido el 17 de marzo. En pleno encuentro ante Boca Juniors, el zurdo se desplomó y comenzó a convulsionar. Fue una imagen impactante, que desató la preocupación tanto en Chile como en Argentina. ¿El motivo?, una trombosis del seno longitudinal superior del cerebro. El incidente profundizó el lazo con Estudiantes de La Plata, club que defendía en ese entonces. Dirigentes, cuerpo técnico, jugadores e hinchas se enfocaron en la preocupación por el chileno.
El mediocampista terminaría abandonando al Pincharrata para fichar por Universidad de Chile. No obstante, sus caminos se volverán a encontrar. El futbolista nacional regresará al estadio Jorge Luis Hirschi este martes, cuando la U visite al conjunto platense, que aún es dueño de la mitad del pase del futbolista de 25 años. ¿El propietario del otro 50%? Huachipato.
El formado en el conjunto de Talcahuano recaló en el CDA en calidad de préstamo hasta final de año, con una opción de compra. Los acereros y Estudiantes lo tasaron en US$ 5 millones, es decir, en caso de una venta, serían $2,5 millones de la divisa norteamericana para cada uno. Sin embargo, los números ahora parecieran ser distantes.
El Pincharrata, en agosto de 2023, pagó US$ 2,7 millones por la mitad de su pase. Es por ello que a fin de año deberán negociar con la U, con el objetivo de encontrar una fórmula que satisfaga a ambos elencos, sobre todo al argentino, que realizó una cuantiosa inversión para conseguir el fichaje del zurdo.

La pesadilla de Altamirano
La recuperación de Altamirano fue un proceso arduo y complejo, marcado por la cautela y el cuidado. Exámenes, análisis y preocupaciones. Su futuro se puso en duda. Se plantearon los peores escenarios. Incluso, se temió lo peor: por su vida.
Y si bien recibió tanto el alta hematológica y neurológica, recién cinco meses después, los estudios no pudieron garantizar de que no volviera a suceder. Por ello, fue él mismo quien tuvo que tomar la decisión de volver a jugar. Su regreso fue progresivo y controlado, evitando cualquier situación que pudiera significar un retroceso o un potencial riesgo.
Cuando estaba cerca de su retorno, sufrió una molestia física que lo hizo abandonar un entrenamiento entre lágrimas. Después, en septiembre, sufrió un accidente de tránsito cuando abandonaba otra práctica del club, sufriendo un nuevo infortunio que le provocó una lesión ligamentaria a nivel c5 / c6, en la columna cervical. La pesadilla parecía no acabar.
El futbolista pudo hacer su regreso a las canchas recién ocho meses después del incidente, en noviembre. Casi 300 días tuvieron que pasar. “Yo siempre supe, siempre, tuve mi mente en regresar (…) es como volver a debutar. Ya di el primer paso, ahora volver a sumar minutos. Antes, pensar positivo, pensar en lo que viene, seguir aprendiendo, mejorando y sumando minutos. Juego para ser feliz. Muchas gracias al país en sí por la preocupación. Y a Chile también”, aseguró después de ser elegido simbólicamente como la figura ante Central Córdoba.

Regalón en Estudiantes
El vínculo ya se había formado. Altamirano se transformó en el más querido de Estudiantes. Su gran rendimiento previo lo hacía sumar bonos, pero el incidente y posterior recuperación elevó su figura aún más. Incluso, terminó siendo el consentido del presidente de Juan Sebastián Verón, el presidente del club.
El histórico mediocampista, considerado como uno de los ídolos más grandes de la institución de La Plata, se vio recurrentemente con el jugador chileno. “Lindo verte bien y sonreír”, publicó unos días después de que Altamirano recibiera el alta médica para poder abandonar el recinto médico y continuar con la recuperación en su casa. Los gestos de la Brujita siguieron a lo largo de su estadía en el Pincharrata.
“Javier Altamirano, te levantaste para seguir jugando y demostrando lo buen jugador que sos”, señalaba un lienzo colgado en la entrada del complejo deportivo de la institución, en el regreso al recinto del chileno. “No puedo estar más agradecido de todo el apoyo que me han brindado. Qué afortunado me siento de haber llegado a este tremendo club. Infinitas gracias a todos”, aseguró tras el cariño del club.
Cerca de un mes de la trombosis, Estudiantes se consagró como campeón de la Copa de la Liga. Ahí se produjo una imagen emotiva. Los capitanes José Sosa y Santiago Ascacibar llamaron al chileno para que levantara el trofeo junto a ellos. “Me pone muy feliz estar acá. Me siento parte. Somos un grupo humano muy bueno y eso habla bien de Estudiantes. Doy gracias por haber llegado a este club. Domínguez estuvo siempre conmigo. Es muy humano. Le agradezco a él y a su cuerpo técnico”, aseguró el nacional.
Antes, cuando rompió el silencio tras el incidente que sufrió, también se había referido al cariño que le brindaron en el club transandino. “Yo soy una persona que tiene un perfil bajo. Me llamó mucho la atención el cariño de los hinchas hacia mí, mi pareja y mi familia. El apoyo de esos fue un golpe anímico positivo que me da una motivación extra de cara a lo que viene”, indicó el mediocampista.

COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
4.