Universidad de Chile no para de sufrir por el Superclásico. A la derrota frente a Colo Colo se suman, ahora, nuevos dolores de cabeza, aunque a nivel organizativo. Carabineros denuncia que los estudiantiles incumplieron algunas disposiciones de seguridad en la organización del duelo que se disputó en Talca, la única comuna dispuesta a recibirlo, por lo que el club queda, ahora, expuesto a eventuales sanciones.
El prefecto de Linares, coronel Maureen Espinoza, dio cuenta del saldo del operativo. Tres efectivos policiales resultaron lesionados. “Dos de ellos leves y otro menos grave”, detalló el oficial. “Hubo cinco personas detenidas. Un menor de edad por porte de arma blanca, tres por desórdenes, con dos de ellos con orden vigente, y uno por usurpación de identidad”, especificó.
Lo más complicado para el club es la deficiencia en el operativo de seguridad, de acuerdo a las exigencias que había establecido la Delegación Presidencial al autorizarlo. “Se cursaron 38 infracciones, de las cuales 33 corresponden a infracción a la ley de violencias en los estadios. Y una que es muy importante, donde la empresa de seguridad faltó a lo resuelto por la delegación presidencial”, expuso Espinoza.
Números concretos
Azul Azul comprometió la presencia de 176 vigilantes. Sin embargo, en el procedimiento faltaron 27, una cifra que estuvo lejos de ser considerada anecdótica por la autoridad policial. “Hubo una deficiencia de 27 guardias de seguridad, lo que pudo haber ocasionado que estos pocos desmanes fueran incluso menores. No fueron los 176 comprometidos”, planteó Espinoza.
A mediados de año, Deportes Antofagasta fue sancionado con fuertes multas producto de los incidentes que habían provocado hinchas de Colo Colo, quienes destrozaron parte del estadio Calvo y Bascuñán, en diciembre de 2021. La Delegación Presidencial local sancionó con 5.000 UTM de multa a los pumas. Vale decir, 290 millones de pesos. En esa oportunidad, Estadio Seguro denunció que se habían cometido varias vulneraciones: sobreaforo en el recinto, la no disposición de un sistema de control de acceso e identidad pertinente, una cantidad insuficiente de personal de seguridad, un incumplimiento de labores por parte de los guardias y la ausencia de un jefe de seguridad.
En esa situación hubo discrepancias entre las estimaciones de asistencia. El aforo autorizado era de 10 mil espectadores, las autoridades estimaron que habían asistido 13 mil y el club se defendió argumentando que habían ingresado 9.032, por lo que estimaba que había cumplido la normativa.
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