Ronnie Fernández explota. Lo hace a través de su cuenta en Twitter. En la red social, responde a una información periodística que señala que la oposición de los capitanes azules impidió que Ronald Fuentes asumiera la banca de Universidad de Chile. “Hay cosas a las que, la verdad, uno no debería ni referirse , pero este tipo de daño sobrepasa cualquier opinión o gusto deportivo que pueda tener cada uno. Jamás me he quitado responsabilidad por lo deportivo, pero ya esto es una cacería sin medidas y falsedades que salen día a día”, responde ante la sugerencia de una rebelión interna frente al posible nombramiento del mundialista. El cargo lo terminó asumiendo Sebastián Miranda, quien en su primer paso por el puesto logró generar cohesión con el equipo. Ahora tendrá que compatibilizar aquello con el logro de puntos. Asume una U severamente complicada con el descenso.
“La difamación ya es demasiado. Siempre es un ‘según’. Den sus fuentes y apunten públicamente con la verdad . Es lo único que declararé . Sigo fuerte y confiando en que sacaremos esto a delante junto a quienes nos apoyen”, insiste el delantero, emplazando a los mensajeros.
No es la única manifestación de descontento. En la cancha, también se ha mostrado inquieto. Si antes se le veía permanentemente motivando a sus compañeros, lo que llamó la atención de los hinchas, que incluso lo erigieron como uno de los líderes del equipo estudiantil, y en la práctica lo catapultó a un privilegio inesperado para el corto tiempo que lleva en el club, en los últimos duelos, quizás por la presión que implica verse en los últimos puestos de la tabla, se ha mostrado más iracundo. En varias ocasiones y en varios encuentros, se le ha visto recriminar a sus compañeros. El capitán laico, una condición que comparte con Felipe Seymour, paga el precio del agudo momento institucional.
Una capitanía en entredicho
A quienes llevaron alguna vez la jineta en el equipo azul les sorprenden dos fenómenos. Primero, la asunción de Fernández y, luego, el carácter que ha mostrado en los últimos encuentros. “Es difícil saberlo, porque hay que estar en la intimidad. Tanto Seymour como Ronnie deben tener cierta ascendencia. Se reparten los roles del liderazgo. En esta situación que está la U lo más importante es la ascendencia que se tenga, más que en la cancha. No es tan relevante es el rendimiento. Yo también lo viví. Lo determinante está en la intimidad del plantel, fuera de la cancha. Que sea consecuente, que sea levantador de moral, de ánimo. No sé si ellos tienen esas características. No sabemos qué les dice. Puede que sea una arenga, el ‘vamos’. Es difícil estar adivinando. Dentro de la cancha hay estímulos buenos y malos. En esta situación debe predominar el estímulo positivo”, sostiene, por ejemplo, Mariano Puyol.
Más categórico es Roberto Reynero. “Hay que ser líder, pero positivo. No echarse a compañeros encima. Hoy están muy sensibles. Se está saliendo del libreto. A mí no me entra. Lo que hace en las redes lo saca del foco”, sentencia quien portó la cinta en la campaña que terminó con el descenso a Segunda División, en 1988, una mancha indeleble en la historia del club. El juicio es aún más profundo. “Vino a un equipo grande y le ha quedado grande la camiseta. No todos funcionan en la U. No todos los que han llegado han actuado a un buen nivel. En vez de mejorar, Fernández lo está empeorando con sus declaraciones. El capitán tiene que poner el pecho en los momentos difíciles. La rabia y los momentos difíciles tienen que quedar afuera y preocuparse de que el grupo sea homogéneo y positivo. Si el grupo ve que el capitán está preocupado de responder críticas, de hablar otras cosas, más se va a deteriorar”, apunta el ex lateral izquierdo.
“No es un referente”
Hay otro factor que genera ruido. Los históricos azules abogan porque el portador de la cinta sea alguien formado en el club. “En todos los clubes que el capitán debe ser gente de la casa. Debió ser Campos, a pesar de su juventud. Ha sido extraño que pasara por cuatro o cinco jugadores. Es parte del desorden. Para mí, siempre debió ser Campos. Es raro que la lleve un jugador que viene haciendo malas campañas. En un momento dado se la puso cualquiera. Siempre se la dan al mejor jugador. En esta U era difícil. Entonces, era el momento de Campos. Tenía el mérito de sobra. Pasaron por encima de la tradición”, sentencia Sandrino Castec.
Reynero intenta explicar la designación. “Casi siempre el capitán era un referente que fuera de las inferiores y llevara un tiempo en el primer equipo. Como Seymour no está siendo titular, se la pasaron a Fernández”, diagnostica. Y coincide con Castec en la postulación de Campos “No es tirado de las mechas que sea el arquero, que tiene toda la visión. Anda bien. Es probado. Puede ser bueno darle la jineta para que tenga la experiencia”, critica.
Puyol apunta, también a los liderazgos invisibles. “He tenido compañeros que internamente mostraban un gran liderazgo y afuera no se nota. No tiene que ver con que salgan en la prensa. Yo era capitán, tenía un recorrido en la U antes de serlo, pero había otros compañeros que ayudaban muchísimo a la labor. No sé cuáles son los referentes que puedan haber. Es muy difícil saberlo. Es una de las cosas más íntimas del plantel. El del capitán tiene que ver con la trayectoria ahí, pero hay otros igual de importantes que a veces juegan poco o no juegan. En la U debe haber liderazgos positivos. Incluso jóvenes. No hay otro. Campos va a tener su oportunidad de serlo. Seymour no es titular. Ronnie tiene una trayectoria. Y tiene ascendencia, carisma diferente, más allá de lo futbolístico. Para mí, está bien. Aunque para mí, en este momento, la capitanía no es relevante. No te salva del descenso. Lo relevante es que los jugadores saquen adelante esto. Debe aflorar el fútbol que tienen”, analiza.
Castec va más allá. “Fernández tampoco logró un gran rendimiento. Empezó bien, pero lo ha bajado. Destacan más Osorio y Assadi. No es el momento para discutir, pero lo que pasó antes de que se fuera el técnico queda reflejado en el partido con Coquimbo. Se vio que querían que saliera el técnico”, señala. ”Lo que me importa es que la U salga de donde está. Ahora hay que ver si Miranda puede ser el indicado para lograrlo. Es una obligación más que nada, un fierro muy caliente. Lo asume. Es un riesgo. Si decía que no, quizás también le costaba la salida del club. Uno no sabe lo que está pasando”, concluye.