"El triatlón no es machista; la cultura chilena, sí"
Chicka en estado natural. A una semana del Ironman 70.3 de Pucón, la tricampeona de la prueba se toma un respiro y habla de todo. Desclasifica sus desconocidas dotes artísticas y analiza a fondo al deporte chileno.
Bárbara Riveros (30) está a una semana de competir en su prueba favorita. La que espera todo el año. El Ironman de Pucón tiene para ella un significado especial. No sólo porque ha ganado tres veces consecutiva la competencia. También porque es el lugar en el mundo con el que se siente más conectada. La mejor triatleta del país lo demuestra En su estilo. Sin caer en la timidez, muestra cautela en cada una de las respuestas que le da a eldeportivo de La Tercera. Reflexiona. Se toma unos segundos y responde. Y si no está de acuerdo con algo, replica. Como en carrera, su concentración es total y el margen para las dudas, minino. O, al menos, eso intenta.
¿Por qué Pucón es tan especial para usted?
Es donde me formé, donde corrí mi primer triatlón, cuando no sabía nadar, en 1994. Incluso mi padre hizo un video, porque además de no saber nadar, corría con un casco de nieve. La polera ni siquiera era de mi talla y corría con la bicicleta de mi hermano. Fue donde se generaron los cimientos de mi carrera. Eso hace que le tenga tanto cariño a Pucón y a la región de la Araucanía.
¿En qué nivel llega a este desafío?
Lo veremos el domingo. Espero poder entregarle mucha alegría a toda la gente de la zona y hacer una fiesta de la carrera más linda del mundo. Es muy especial. El año pasado fue el público el que me dio alas para remontar en los últimos dos kilómetros.
Esa carrera estaba prácticamente perdida…
Sin duda. Fue algo que ni siquiera yo me creía, así que se le agradece a la gente, al lugar y a la magia que se generó.
¿En qué pensaba mientras iba remontando?
En mantener la calma interna y también en el aliento de mi padre, que fue súper especial en ese momento. Y veía que el público creía más en mí que yo misma.
¿Ha analizado a los competidores de este año? ¿Quién será su principal amenaza?
La verdad, no. En el momento veré qué tipo de carrera se generará, pero yo me enfoco en mí y en conectarme con el público.
¿Qué diferencias hay, para usted, entre la preparación de Pucón a la de otras carreras?
No hay ningún secreto. Pucón siempre me topa en una época del año bastante difícil. Siempre tengo que apurar el entrenamiento. Me gustaría que estuviera más adentrada en el año para hacer una mejor preparación. Pero esto te hace generar un reto personal en que la mente cobra una gran importancia. Porque si el físico no te acompaña siempre, la fuerza mental es súper importante.
Hay muchos más hombres que mujeres inscritas ¿Por qué cree que pasa esto?
A nivel mundial, en 70.3 (la especialidad del Ironman) se da que no siempre se llenan los cupos, porque hay muchas carreras que están clasificadas en distintos niveles. Pero sí creo que hay muchas mujeres que antes no se atrevían a subirse a la bicicleta, sobre todo por el machismo que existe acá. También por la falta de una cultura más equitativa entre hombre y mujer. Eso ha ido cambiando con los años. Bastantes chicas se están subiendo a las mountain bikes, lo que se ha generado por la alegría y la inspiración que producen competencias como Pucón. Hay muchas que me dicen que hace unos años jamás pensaron en subirse a una mountain bike. Y no me refiero a subirse para andar por cerros como el San Cristóbal, sino que algunos con mucho más barro, mucho más complicados.
¿Siente que su figura ha contribuido a esta adhesión de las mujeres hacia el triatlón?
Sin duda. Les doy mucha confianza, las ayudo a sentirse muy bien consigo mismas. Ojalá que sigamos creciendo y podamos cambiar a todo un país.
¿Es machista el triatlón?
Yo creo que el triatlón no es machista, la cultura chilena es la machista.
¿Y el triatlón se ve perjudicado por eso?
Yo creo que no. Nosotras en el triatlón tenemos la misma valía a nivel mundial que los hombres. Ganamos los mismos premios, siendo que algunas veces se llena el startlist de hombres y el de mujeres no. No siento esa diferenciación de sexos en el triatlón.
Pasa la mayoría del año afuera. ¿Siente que Pucón le ayuda a reencontrarse con sus raíces?
Siento una energía muy fuerte, porque se generan mis primeros cimientos, por el empuje de mi padre, que siempre me instó a tener sueños grandes, a dedicarme profesionalmente. Gracias a eso, generé hábitos y una estructura. Eso se ve con los años: más que una profesión, esto es un estilo de vida. Yo le digo a la gente que no se tome esto como una profesión, sino que lo haga con pasión y que trate de ser su mejor versión. También que el deporte en sí les va a ayudar a afrontar la vida con mucha más fortaleza mental, lo que los va a diferenciar de otras personas. El deporte es salud.
¿Qué análisis hace de su 2017?
Fue un año con bastantes cambios. Mi objetivo era correr el 70.3 en Chattanooga (Tennessee, Estados Unidos), pero no se pudo. Finalmente corrí el mundial de Xterra y fui subcampeona. Después de un ciclo olímpico es importante encontrar nuevos horizontes y poder reinventarte para poder ser una mejor versión de ti.
¿Qué buscaba con el cambio de entrenador?
Lo que digo, reinventarme. Si sigues haciendo lo mismo, muchas veces vas a obtener lo mismo. Es importante poder reinventarse cada año; ser autodidacta, tener nuevas ideas e innovar. Si no, al final, no te vas a poder diferenciar de los otros. Por eso intenté salir de mi área de confort y ver si es que tengo más potencial.
¿Estos cambios apuntan a Tokio 2020?
Sí, y a ser mejor persona.
¿Ha trazado objetivos para Tokio?
Va a ser súper difícil. Se va a generar una carrera mucho más difícil que en Río, porque las británicas y Estados Unidos van a ir en equipo. Se prevé una competencia mucho más compleja, porque en Río, pese a que había equipos, no se compitió tanto como equipo. Mejorar lo que se hizo en Río va a ser súper difícil, pero estoy trabajando en eso. Tengo que tener visión para ver cómo jugar mis cartas.
¿Se siente capaz de ser medallista olímpica?
Con mi entrenador nunca hablamos de medallas. Hablamos de actitud, que, junto con el compromiso, están ahí. Eso dependerá del día y de si podremos ejecutar el plan de la forma que deseemos.
Su otra pasión es la música, ¿toca algún instrumento?
Cuando era pequeña, tocaba piano y flauta. Me gusta mucho escuchar música alternativa.
¿Alguna en especial?
Eso no lo digo. Me gusta un poco de todo, pero la uso para mis tiempos de meditación, así que prefiero dejármelo para mí. Me gusta que la música tenga sentido.
¿A qué se refiere?
La música de ahora no tiene mucho sentido, ¿no?
¿Lo dice por el reguetón?
No. Yo creo que el reguetón en ciertos momentos va bien, pero si uno escucha la letra hay cosas que te dejan un mensaje y otras que no. Una canción, da lo mismo el estilo, tiene que dejar un mensaje para reflexionar.
¿Cuáles son sus grupos favoritos? ¿Alguno chileno?
No sé, soy muy variable. Me puede gustar Enya como me puede gustar Queen. Me puede gustar John Lennon y Cat Stevens. Escucho música brasileña, italiana. Lo que sea, siempre y cuando me deje un sentido. Si es que escucho algún reguetón, por ejemplo, va a ser porque me recuerda a mi hermano.
¿Sigue tocando piano?
El año pasado cuando me fracturé el pie estuve seis semanas sin hacer nada y retomé un poco. Me gusta sacar canciones por oído para tener otro nivel de música, pero trato de leer partituras.
También es fanática de la naturaleza, ¿Pucón le gusta por eso?
Me nace naturalmente. Desde pequeña mi padre me enseñó a sentir la energía que un bosque te puede entregar. Son cosas súper simples, pero me hacen sentir llena. He escalado el volcán Villarrica varias veces, el Llaima también. Incluso una vez el Llaima había hecho erupción hace poco y sentí un movimiento ya casi llegando a la cumbre y pensé 'si éste es mi momento (de morir) voy a ser la persona más feliz del mundo; me siento completa'.
Es muy espiritual también.
Sí, yo creo que la fe está dentro tuyo. Depende de ti poder desarrollarla y sentir las señales que la vida te va dando para poder seguir tu camino.
Hace poco criticó al gobierno en sus redes sociales. ¿Qué tiene que cambiar a nivel gubernamental con respecto al deporte?
Primero, las cosas no pueden quedar en el gobierno de turno. Se tienen que generar leyes y legislaciones que trasciendan con los años. Hay que cambiar la mentalidad, la cultura y dejar de victimizarse, esa actitud de contarse cuentos. Colombia, con muchos menos recursos y muchos más problemas sociales, ha logrado cosas solamente con actitud. Eso vale mucho más que cualquier otra cosa.
¿Cómo puede aportar a ese cambio que reclama como deportista?
Dando mi radiografía honesta y concreta desde la experiencia que tengo haciendo deporte alrededor del mundo y poder invitar al gobierno y las nuevas autoridades a que tengan una visión mucho más aguda.
¿Es lo ideal que el Ministro del Deporte sea alguien que ha pasado por el deporte de alto rendimiento?
Sí, puede ser. Pero un deportista que sólo ha vivido en el país y que ha tenido poco roce mundial a veces… Los deportistas dedicamos mucho tiempo a esto y tenemos que tener un estudio, analizar… A lo mejor una persona externa, que esté metida en el alto rendimiento, que ve los cambios año a año… Por ejemplo, te hablo de Inglaterra. No hicieron lo mismo para Londres que para Río. Se reinventaron. Todo va evolucionando, todo va cambiando. Un deportista que compitió hace 20 años no va a tener la visión de lo que está pasando afuera.
Es decir, no le ha gustado la gestión de Pablo Squella.
No he dicho eso.
Pero el perfil que da corresponde al de Squella.
Para nada. Yo creo que necesitamos a alguien externo, extranjero, que venga acá sin ninguna subjetividad de sentimientos, sino venir y dar una radiografía: 'mira, éstas son las cosas positivas de tu país y éstas son las negativas. De esta forma Colombia llegó acá'. Inglaterra, sin siquiera estar en el Top 10, empezó a escalar y sigue escalando. Y es porque hubo un cambio de actitud muy fuerte a nivel de gobierno.
¿Entonces cree que se necesita un Ministerio más técnico que político?
El asesoramiento es muy importante que venga desde afuera. Que se rocen con los mejores del mundo. Alistair Brownlee, un atleta que ya ha ganado dos medallas olímpicas en el triatlón, me dijo: 'Bárbara, si mi país no da esta cantidad de dinero, nosotros no podemos ni pensar en alcanzar una medalla'. Entonces eso es súper claro. Yo le pregunté en qué momento cambió Inglaterra y me dijo: 'Bárbara, en todo país hay temas políticos, gente que le gusta sacar provecho, pero los grandes cambios se hacen con gente que realmente es apasionada por lo que hace, no la gente que aspira a cargos políticos'. Entonces en Inglaterra pasa un poco eso. Hubo un cambio mental después de Beijing. Australia es otro ejemplo. Allá la gente respira deporte.
¿Qué le pareció que Arley Méndez fuera elegido el Mejor Deportista de 2017?
Me parece correcto. Mientras defienda los colores de Chile, es más que bienvenido.
Hubo deportistas como Sebastián Keitel que criticaron su designación.
A cualquier persona le gustaría ver el progreso de ese deportista en su tierra, pero al final todos tenemos que tener el derecho de decidir el país por el que queremos competir.
¿Es válido importar deportistas para conseguir medallas? ¿Es una política gubernamental que se podría adoptar?
Sí, sin duda. Obviamente yo creo que un poco... Olvidarse de su gente, en el sentido de que nosotros primero tenemos que hacer las cosas bien acá en casa que empezar a buscar cosas afuera. El trabajo se tiene que hacer acá. Muchas veces el triatlón se ha colgado de mis triunfos y por eso hemos tenido recursos a nivel de federación, pero eso no es lo correcto si queremos tener una federación fuerte con los años… Ahora en los Juegos Olímpicos se agregó el relevo… Yo no soy la persona que refleja lo que realmente está pasando acá en Chile y cómo se está haciendo el trabajo federativo. Entonces, necesitamos invertir ahora en las generaciones que vienen. En Inglaterra lo hacen así. O sea, cuando se vayan los hermanos Brownlee, ellos tienen recambio, porque están formando todo el tiempo. El trabajo está acá, en casa.
¿Ése es el problema más grande que tiene el deporte chileno? ¿El recambio?
Sin duda. No hay un trabajo de recambio y no somos autocríticos con lo que está pasando.
¿Quién tiene que hacer esa autocrítica?
Todos tienen que aportar con sus experiencias de vida, en cada deporte. Lo que yo veo es distinto a lo que ve Tomás (González) o Natalia (Ducó). Cada deporte tiene su demanda, pero alguien de afuera que ha alcanzado un cargo de manager de todo un país puede dar muy buenos consejos de la situación chilena.
¿Siente que podría aportar más a los cambios que menciona?
Por las condiciones de donde vivo y donde estoy ha sido difícil aportar, pero he tenido que optar por eso para alcanzar mi máximo rendimiento. Lamentablemente acá no se me han dado las condiciones y he tenido que abrir puertas. A los chicos ahora se les hace mucho más fácil salir al mundo, pero es porque alguien ha tenido que abrirles las puertas y ha tenido que ganarse el respeto del mundo, poner un nombre a Chile. Y obviamente siempre va a haber una u otra persona que se tiene que sacrificar por eso.
¿Le gustaría ser Ministra del Deporte cuando se retire para desarrollar las ideas que ha planteado?
No sé si me gustaría ser parte del Ministerio. A lo mejor como consejera, desde afuera. No me gustaría tener un cargo político, porque siento que puedo aportar mucho más desde afuera, de otra forma.
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